Gerard
Escuchar su afirmación hacia mi pregunta el martes por la noche había sido como llegar a la luna. Frank me había mirado a los ojos, luciendo tan guapo como siempre mientras de sus labios salía la única palabra por la cual morirá por escuchar. Nunca antes en mi vida me había sentido de esa manera como lo hacía con Frank, nunca antes una person me había afectado tanto como el.
Frank hacía que mi corazón latiera rápido cuando estaba cerca de mi, hacía que el sol fuese más cálido por las mañanas y que la luna se quedase más tiempo sobre mi cielo cuando pensaba en el. Frank llego a mi vida para cambiarla por completo, poniendo mi mundo de cabeza y uniendo los pedazos de mi corazón. Y estaba agradecido, pues Frank era esa persona por la que mi corazón había estado esperando por años aun que yo no lo supiese antes.
Claro, Frank no sabía cómo ser cariñoso y tierno, pero podría enseñarle con el tiempo, si él me dejaba.
Quería regresarle de alguna manera todo lo que el me hacía sentir a mi, reparar su corazón y trabajar en su confianza, la cual había sigo afectada después de Andy. Frank merecía ser amado y apreciado por quien era, y yo estaba aquí para demostrarle que podía hacerlo. Solo tenia que confiar en mi.
Sentado frente a mi tocador mientras trabaja en mi maquillaje, las mariposas no paraban de revolotear en mi estomago, logrando cambiar mi estado de ánimo a emocionado y nervioso al mismo tiempo.
Al fin era viernes, el día que tanto habíamos esperado había llegado en donde finalmente obtendríamos todo o nada. Siendo sincero conmigo mismo, no estaba preparado para este día pues una sombra de temor se asomaba tras de mi. Las razones para temer eran muchas y era consciente que las probabilidades que obtuviéramos nada eran muy altas gracias a las influencias de la familia de Bert.
Frank tenia mucho que perder esta noche si nada fuese acorde al plan, pues no solo perdería el premio y la beca si no también todo el trabajo duro y reconociendo que había ganado, sin mencionar que gracias a su personalidad seguramente también perdería su dignidad.
Por otro lado, estaba yo, egoístamente pensando en que después de esta noche podría perder a Frank y aunque había aceptado salir conmigo, nada era seguro después de esta noche. Mi venganza hacía Bert había pasado a segundo plano cuando lo que más deseaba ahora estaba en juego. Pero dejando mis intereses aun lado, realmente deseaba que Frank ganara. Independiente de ver a derrotado, Frank realmente merecía ese premio.
Su ensayo y discurso habían movido algo dentro de mi, la importancia de sus intenciones eran algo que nunca había visto en otro chico, claro dejando de lado que la mayoría en el lado norte eran unos privilegiados, la humanidad de Frank hacía los demás lo hacían merecedor del mundo.
Frank era realmente un chico extraordinario, único y que seguramente lograría muchas cosas sin importar que pasara hoy. Aun así, estaba confiado que impresionaría a mi abuelo y al jurado esta noche.
Sin saber como, cuando mis pensamientos acabaron mi maquillaje había quedado perfecto. Con una sonrisa en mi rostro comencé a preparar mi outfit para la velada, segundos después noté la presencia de mi madre detrás de mi, luciendo hermosa con su cabello rubio recogido y vistiendo un conjunto color vino logrando el contraste perfecto entre su pálida piel y sus ojos azules.
"Te vez hermosa" suspire mientras mamá se acerca hacia mi con una sonrisa en su rostro, acercando su mano a mi rostro para acariciar mi mejilla.