Frank
"Frank!". Mi padre me llamó desde el primer piso.
Estaba en mi habitación preparándome para ir con Gerard al club de campo. Sabía cómo actuar con educación y ser cortés con todos los miembros, estaba seguro de que todo iría bien. Superar a Bert parecía ser más fácil de lo que pensaba, pero mi único temor era que, en lo que respecta a a la beca, él ganara por el hecho de ser un McCracken.
Mi padre estaba parado al pie de los escalones mientras yo bajaba por estos. Momentáneamente me pregunté si estaba en problemas, no había hecho nada imprudente en lo que parecían ser semanas. Bert incluso me había atacado y tan solo me quede sin buscar más pelea, pero debia decir que fue gracias a Gerard, pues si no fuera por él, Bert habría estado escupiendo sus dientes. En verdad había sido bueno y esperaba que mi padre no me regañara.
"Sí papá?" Dije mientras me paraba frente a él, nervioso por lo que estaba pasando.
"Has sido bueno, hijo", dijo mi padre. Asentí, aliviado de no estar en problemas. "No más peleas, detenciones o suspensiones. Estoy orgulloso de ti, Frank". Me palmeó la espalda mientras sonreía.
"Lo que sea que te haya hecho cambiar me gusta, mantenlo así".
"Gracias papá, lo haré"
Era agradable ver a mi padre estar orgulloso de mí, hacía que él no haber ido tras de Bert valiera la pena. Sabía que hubiera ganado la pelea, pero al final perdería todo lo bueno que había ganado.
"Vas a algún lugar?" Preguntó.
"Sí, iré al club de campo".
"Pedirás que te devuelvan tu trabajo?"
"No, seré voluntario con un amigo". Parecía que Gerard y yo éramos más que socios ahora, salíamos fuera de la escuela y cuidaba de él siempre que podía, así que éramos "amigos".
"Un amigo, eh? Lo conozco?"
"Nop". Esperaba que no estuviera pensando lo que yo pensaba que quería decir con eso. Mi madre todavía sospechaba de Jamia y no hubiera pasado por alto si yo estuviera tras de alguien. Simplemente era tonto pensarlo.
"Hmm. Cómo es él?"
Qué más describía a Gerard aparte de "amigo" y "socio"? Pensando más sobre eso, solo podía verlo en muchos niveles. Él era como la abeja reina de Ravenwood high, el sueño adolescente de muchos chicos, cheerleader, amable y fiel al igual que muy fácilmente el chico más lindo del lado norte. Pero lo más importante era que sin importar que tan privilegiado era, no había una sola pizca de prejuicios en Gerard.
"Todo". Respondí simple. "Él es como todo". Era la única forma de describir a Gerard, joder sin olvidar que era parte southie.
Mi padre puso esta extraña mirada en sus ojos mientras sonreía. "Es él un posible...?"
No íbamos por ese camino. "No. Él es solo una amigo, algo así como una hermano tal vez".
Mi padre silbó negando con su cabeza. "Acabas de ponerlo en la zona de hermanos?"
La conversación se estaba volviendo incómoda. Sabía que mis padres a menudo se preguntaban por qué no había salido con alguien desde que Andy y yo terminamos, pero era demasiado difícil hablar con ellos sobre eso. Había confiado en alguien y me decepcionó, traicionó y dejó; digamos que no estaba dispuesto a que volvieran a jugar conmigo.
