Podía sentir un par de ojos sobre mi espalda, observando cada movimiento que hacía durante el día. Cada vez que miraba a mi alrededor para determinar quien me estaba observando, no podía encontrar a alguien lo suficientemente interesado en mi. Era un sentimiento extraño e incómodo y estaba considerando el hecho de estar volviéndome paranoico.
Nadie se preocupaba por mi en esta escuela, siendo la mayoría locales y yo del lado sur, digamos que no merecía ni siquiera cruzar miradas con ellos. No estaba acostumbrado a sentirme observado ni a recibir atención regularmente, así que no sabía con exactitud quién o que era lo que había cambiado.
Al dirigirme a mi última clase del día, decidí ignorar los sentimientos nerviosos hasta que de repente, sentí una mano que me tomó por el brazo y me jalo dentro de un closet de limpieza. Me giré rápidamente para enfrentar a quien sea que me allá metido aquí y me sorprendí cuando vi a Gerard parado frente a mi, con su mano aun sosteniéndome.
Dirigí mi mirada hacia su delicada mano, la cual retiró rápidamente. Es curioso cómo ayer era yo quien estaba justamente en su lugar de hoy. "Qué quieres?"
"Quiero aceptar tu oferta de ayer". Gerard me sorprendió al cambiar tan rápido su decisión anterior.
Había sido demasiado claro en no estar interesado en ayudarme, entonces...por qué el cambio repentino? No soy tan ingenuo como para creerle así por así. Nunca confíes en alguien del lado norte, algo en lo que mis amigos y yo habíamos acordado hace mucho tiempo. Con Gerard siendo alguien de por aquí, no había manera que estuviera dispuesto a confiar en él.
Cómo podría saber si era una trampa y Bert lo había mandando para saber mis planes para atacar antes o algo así?
"Es gracioso como ayer fui yo quien te buscó y ahora tú eres quien me busca a mi". Respondí con una sonrisa arrogante.
"Sí, bueno, digamos que algo cambio y ahora veo las cosas a tu manera"
"Uyy mira que lástima, la oferta expiró". Me giré para salir del closet, pero de nuevo Gerard tomó mi brazo. Cuando lo miré, no me dejó ir. Solté mi brazo alejándome bruscamente y me acerqué a su rostro. "La próxima vez que hagas eso, quizás no obtengas tu mano de vuelta".
"Oh? Así que ahora me vas a hacer daño?". Gerard me desafió con el mismo tono que un niño malcriado usaría.
Me estaba desafiando a mi, al Southie del cual todos se alejaban? Algo tenia que estar detrás de este cambio de actitud, pues de lo contrario no hubiera tenido las bolas para enfrentarse a mí. Él no me conocía, pero aun así sabía que yo no le pondría un dedo encima.
La mayoría de las personas de nuestra escuela parecían pensar lo contrario, pero al parecer no este chico. Su mirada era diferente ahora, era una mirada desesperada mezclada con rabia en sus ojos verdes pálidos que me atraían haciéndome saber que no me estaba mintiendo.
"Habla".
"No aquí. Nos vemos después de la escuela durante la práctica de Cheerleaders. Ahí podremos hablar, de acuerdo?". Gerard me soltó del brazo y pasó junto a mí, yendo hacia la puerta.
Me giré para mirarlo. "Y si no me presento?".
"Entonces iré con Bert y le diré lo que estás planeando. Depende de ti, Frank". Me dio una sonrisa falsa y salió del closet, dejándome solo.
Acabo de ser chantajeado por ese chico? Supongo. Tuve la necesidad de ir tras él y decirle que me importaba muy poco que Bert se enterará pero me pareció tierna la manera en la que pensó que me tenia en sus manos, eso y que realmente necesitaba ayuda y quería saber sus nuevas razones para vengarse de Bert.
