Frank
No sabía con exactitud que había hecho que Gerard me contara esas cosas el sábado por la noche sobre su madre, pero definitivamente me hizo verlo bajo una nueva luz. No era tan perfecto como pensaba, tenía sus propios problemas, los cuales en realidad no eran sus problemas por decir así pero llevaba ese peso sobre sus hombros. Su razones para odiar el lado norte eran comprensibles y respetables.
Era extraño cuando piensas que conoces a alguien, pero podían mostrarte un lado completamente nuevo de ellos. Parecía que Gerard la había pasado mal toda su vida en el lado norte, viviendo atrapado en una vida en la que no encajaba, forzado a vivir farsa, lidiando con el secreto de su madre, y luego la traición de Bert y Nicole que fueron la guinda del pastel. Gerard era mi socio, y de alguna manera sentía que debía estar ahí para él, pero no podía hacer nada para ayudarlo.
Solo habíamos empezado a hablar desde hacia una semana y media, pero aun así podía empezar a ver el cambio en él. Joder, sabía perfectamente bien que sin su ruptura con Bert nunca habría cruzado al lado sur, mucho menos intentado pelear contra Andy. Quería que Gerard fuera fuerte por si mismo, que aprendiera a estar solo, que se defendiera.
Una de las razones por las que admiraba y respetaba a Lindsey se debía a su fuerza. Nadie podía pisarla, ni meterse con ella, no necesitaba que Zach fuera fuerte por ella y la defendiera, ella era suficiente y fuerte por su cuenta. Eso era lo que quería que Gerard aprendiera, enseñarle a golpear correctamente era solo el primer paso, si realmente iba a convertirse en un Gerard nuevo y más fuerte, todavía tenía mucho camino por recorrer.
El lunes por la mañana conducía junto con Pete hasta la escuela, listo para otra semana de clases, pero con un poco de emoción por el partido de football de esta semana.
"Todo lo que me importa es el día jueves ". Dijo Pete. "Quiero decir, vas a ser un el mejor otra vez, lo sé. El entrenador debería hacerte capitán ahora".
Sonreí, complacido por la lealtad de mi mejor amigo. "Nah, estoy bien así. Bert es la verdadera estrella, sin él no habría equipo".
Eso esa algo que podía admitir. Bert era increíble en el football, era solo su actitud la que me molestaba tanto. Cualquier chico podía estar en el equipo y no dejar que la gloria de ser el mejor se les subiera a la cabeza, Bert, por otro lado tenía la necesidad de presumir y hacerse notar. Si alguien más anotaba más que él, se desataba el infierno y esa había la razón por la que no me uní al equipo de nuevo en segundo año; simplemente no estaba dispuesto a soportar el ego de Bert. Ahora tenía un propósito por cumplir que si era necesario soportarlo, lo haría tan solo para cumplir mi trato con Gerard.
Entré al estacionamiento de estudiantes, encontrando un espacio para estacionarme y apague el motor. "Bert juega bien, pero que tú salieras de la nada y ganarás el partido fue impresionante".
Le di unas palmaditas en el hombro antes de salir del auto. "Es bueno saber que tengo tu apoyo, pase lo que pase, Pete".
"Siempre ".
Ambos caminamos por el estacionamiento hasta la escuela, pero no antes sin ser detenidos por un par de chicas en nuestro camino.
"Frank, cierto?". Preguntó la chica rubia frente a mi, a lo cual asentí.
"Buen partido el sábado, estuviste fantástico".