Frank
"Tengo miedo, Frank", susurró Gerard mientras se sentaba en mi motocicleta.
Por supuesto que tenía miedo. Sabía que no quería montarse en mi Harley, así como yo no había querido entrar en todo ese asunto de las "citas falsas" para empezar.
La situación me estaba volviendo loco, Gerard me estaba volviendo loco. Me había pasado en todas mis clases reviviendo en mi memoria ese momento en el que me besó, simplemente no podía dejar de pensar en ello pero aun más en por qué demonios lo hizo? La pregunta revoloteaba en mi cabeza despertando un temor que no sabía que seguía en mi, reviviendo recuerdos y heridas del pasado, rápidamente descarte esos pensamientos de mi mente. Gerard no era Andy... o eso quería pensar.
Pete junto a otros chicos se la pasaron molestándome y haciendo preguntas todo el día, a las cuales nunca respondí con sinceridad. Todos hablaban de lo afortunado que era por tener a Gerard a mi lado y de lo bien que nos veíamos juntos...si tan solo supieran que Gerard no era mío. Dejando mis inseguridades y sentimientos a un lado, y si tuviera que ser sincero conmigo mismo, lo cierto era que la mitad del tiempo que pasábamos juntos quería besarlo, y ahora que lo habíamos hecho, dos veces...no quería dejar de hacerlo pero dejando a un lado mis sentimientos, la única razón por la que le había devuelto el beso era porque sabía que nos estaban mirando, especialmente Bert.
Gerard había actuado sin mi consentimiento y eso nos había dejado a ambos interpretando papeles de una historia que nunca ocurriría en la vida real frente a todos y mientras más lo pensaba, más le temía a las consecuencias de sus actos.
Agarré mi casco y se lo coloqué con delicadeza en su cabeza, a lo lejos pude ver que Bert seguía de pie y aun miraba en nuestra dirección. Sabía que no había vuelta a tras, y aprovechando la imprudencia de Gerard a mi favor, lo besé de nuevo solo para provocar a Bert.
Gerard me devolvió el beso con sus delicados y suaves labios, y se sentía tan extraño como la primera vez. No recordaba haberme sentido así cuando besaba a Andy; con estúpidas mariposas en mi estómago y un sentimiento creciente en mi pecho, abrumado por mis emociones, me aparté del beso rápidamente.
"Sé que lo estás". Respondí con una sonrisa juguetona. "Pero vas a tener que confiar en mí, de acuerdo? Estas a salvo conmigo". Mis palabras parecieron relajar a Gerard, una linda sonrisa apareciendo en su rostro.
Me subí a mi motocicleta y encendí el motor, acelerando mientras mantenía los frenos. Me giré hacia Gerard y le guiñé un ojo, disfrutando de sus nervios y miedo. "Sostente fuerte, Gee".
Gerard se inclinó hacia mí, envolviendo sus brazos firmemente alrededor de mi cuerpo mientras descansaba su cabeza entre mi cuello. Una vez más, estar tan cerca de él se sentía diferente, tan extraño y desconocido para mi...
En lugar de llevar a Gerard a casa, tenía otra cosa en mente para los dos. Conduje hacia el lado sur, sintiéndolo abrazarme con más fuerza mientras su respiración sonaba agitada en mi oído. Me aseguré de no conducir demasiado rápido para no asustarlo aun más por lo cual el camino hacia nuestro destino se hizo más largo.
No había estado al tanto de la hora hasta que noté los colores del cielo comenzar a cambiar, de las tonalidades típicas del día a las de un atardecer. Los colores en el cielo se pintaron de rosa entremezclado con naranja y morado, mientras que el viento soplaba a nuestro al rededor. Entre el paisaje del bosque que rodeaba la carretera, el atardecer y los ahora visibles campos de maíz del lado sur, sin duda una vista hermosa y agradable de apreciar, solté un suspiro contengo y me relaje por un momento volviendo a la realidad casi al instante al sentir de nuevo la respiración de Gerard y sus brazos abrazados a mi torso. No pude evitar rodar mis ojos y sonreír ampliamente al realizar que estábamos haciendo justamente lo que le dije que no haríamos; fingir que salíamos y conducir hacia el atardecer en mi Harley.