Frank
Jamia entró casi zumbando en la cafetería de Elena, feliz en su paso mientras vestía una de mis sudaderas. Con su cabello negro brillante levantándose al compás de sus pasos lo que me hizo reír cuando llegó al mostrador.
Se veía adorable
"Qué es tan gracioso?" preguntó Mia, sentándose en el taburete frente a mí.
"Nada". Reí de nuevo tomando su cabello para despeinarla un poco.
"Ahg Frankie!". Jamia se quejó, lanzándole una mirada molesta mientras acomodaba su cabello.
"Qué quieres pedir hoy?" Había entrado y sabía las reglas, tendría que comer algo. Jamia miró el menú por unos segundos a pesar de que ella y todos los demás en el lado sur sabían el menú de Elena de memoria.
"Quiero un brownie de chocolate y menta".
"Y un sándwich". Elena apareció de la nada a mi lado, ayudando a Jamia con su pedido justo de la manera a menudo maternal que tenía con todos sus clientes jóvenes. Jamia se encogió en el taburete frente Elena.
"Me tengo que ir, no puedo quedarme mucho tiempo. Mi madre me espera en casa".
"Bueno, entonces envuélvelo Frank. Sándwich para llevar para mi pequeña Jamia". Insistió Elena, dándole palmadas en la espalda a Jamia.
Jamia soltó un suspiro discreto resignándose, apoyando sus codos sobre el mostrador para sostener su cabeza. "Gracias Elena".
Elena sonrío satisfecha y se alejó para atender a otras mesas, dejándonos solos.
"Sabes, yo te hubiera dicho lo mismo Mia, siempre ordenas lo mismo". Dije después de haberle dado la orden de Jamia al cocinero.
"Cállate. Me gustan los brownies". Asentí, todos amaban los postres de Elena.
"Como te fue hoy en la escuela?" Me gustaba controlarla académicamente, su madre no le prestaba mucha atención y sentía que era mi responsabilidad estar al pendiente de la pequeña. Jamia era muy inteligente y no dejaría que sus notas bajaran.
"Bien". Jamia se encogió de hombros, rodando casualmente sus ojos marrones, aludiendo al aburrimiento típico de la escuela. "Obtuve una A en mi examen de vocabulario".
"Ah sí? Dame una palabra"
"Ambivalente. A-m-b-i-v-a-l-e-n-t-e. Ambivalente: de dos mentes, o un conflicto sobre un asunto".
"Bien hecho, ahora serás mi diccionario". Era irónico que esa fuera la palabra que eligió recitar.
I-r-ó-n-i-c-o. Irónico: usar o caracterizar por ironía.
"Eh, fue bastante fácil y no seré tu diccionario. Cómo estuvo tu día?"
Rápidamente y sin saber Porqué, pensé en Gerard, mi atormentado compañero de planes. "Estuvo bien".
"Cool. No puedo esperar hasta las vacaciones de invierno para que podamos dormir todo el día".
"Para aquellos de nosotros con trabajo, eso no es algo posible".
