Gerard
Frank había sido todo lo que necesitaba ayer por la tarde. Supo que decir con sus lindas palabras para hacerme sentir mejor, al igual que sus acciones dulces. Después de que Frank me ayudará a olvidar mi tristeza y charláramos un poco más, bajamos a la cocina y preparamos algo de comer juntos, había sido una noche perfecta después de un día horrible.
Mientras nos dirigíamos a la escuela en el auto de Lindsey, no podía dejar de reproducir en mi cabeza lo que había sucedido en mi habitación. Frank había sido tan gentil, tierno y afectuoso conmigo, pero sobre todo, había sido sincero con sus palabras. Cuando me sostuvo entre sus brazos mientras me veía fijamente a los ojos, por alguna extraña razón pensé que me iba a besar pero justo cuando pensé que lo haría, Frank se alejó un poco.
No podía entender por qué quería que él hiciera tal cosa en ese momento, tan solo la idea era tonta y peligrosa pues nos arriesgaba a perder todo lo que habíamos logrado en el plan y quizás nuestra amistad. Pero había estado ahí, persistente en mi mente mientras veía sus labios- Estaba tratando de dejar de pensar tanto en Frank cuando vi a Lindsey observándome insistente. "Qué?"
Ella se encogió de hombros. "Nada. Solo te decía que estoy pensando en perforarme el ojo".
No debía de estar hablando en serio. "Qué?!"
Lindsey se echó a reír. "Solo bromeaba, Gee. Dios, Frank te tiene distraído o algo así. Por cierto, cómo va el plan? Siento que Pete y yo no hemos ayudado mucho".
"El plan va bien, Frank esta haciéndolo todo y luego estoy yo".
"Nah, tú eres el dulce en los ojos de Bert. Siempre lo veo observándote en clase y especialmente cuando Frank está cerca. Confía en mí, estás haciendo tu trabajo, el cual es distraer a Bert".
Lindsey se detuvo en el estacionamiento de estudiantes junto a la camioneta de Pete. Él y Frank estaban al otro lado del estacionamiento, de pie y hablando con un grupo de chicos, a juzgar por la forma animada en que hablaban, podía jurar que estaban hablando de football.
Mientras seguía mirando, Lindsey negó con la cabeza y dijo: "Es una pena, por la forma en que Bert está celoso, ustedes dos deberían jugar más con él. Quiero decir, se ven geniales juntos y sin duda robarían la atención de todos".
No fue hasta que salí del auto de Lindsey que pude ver a Bert recostado en su auto hablando con Nicole, por lo cual decidí hacerle caso a Lindsey y tomar un giro en nuestro plan y besar a Frank frente a todos.
Frank solo tenia que confiar en mi. Qué mejor manera de entrar en la cabeza de Bert que jugando con sus celos? Muy valientemente caminé directamente hacia Frank, tomándolo por sorpresa cuando notó mi acercamiento y se giró hacia mí, dándole la espalda a Pete y a los chicos.
Frank sonrió, sin tener idea de lo que se avecinaba. "Hey Gee".
Los rayos débiles del sol iluminaban su rostro a la perfección, haciendo brillar aun más sus lindos ojos verdes musgo y permitiéndome ver cada detalle en ellos. Sus labios, su sonrisa, sus ojos, todo; cada fracción de su rostro gritaba prácticamente en frente de mi "bésame, Gerard!".
Así que lo hice.
Decidido, me acerqué a Frank, tomando la parte trasera de su cuello mientras llevaba mis labios a su boca, sorprendiéndome de la suavidad de estos en contraste a su fuerte imagen y rostro bien estructurado. Sus labios eran suaves y tentadores y pude detectar en ellos el sabor de cerezas, que muy seguramente fueron parte de su desayuno. Tuve que obligarme a recordar que era solo un beso de negocios, pues cada vez me perdía más en este y aunque se sintiera increíble, no era más que eso.