21. Una gala desastrosa.

130 28 22
                                    

27 horas

«¿Qué estás haciendo?»

Contando las horas que tenemos sin hablar con papi Aaron.

«Corrección el idiota.»

Naaa, papi Aaron suena mejor.

—Brooke—Alisson me saca de mis absurdos pensamientos.

—¿Eh?—preguntó confundida y ella pone los ojos en blanco.

—¿Qué opinas? —pregunta.

—Ali, estaba distraída, me puedes repetir todo—le pido con un poco de obviedad y ella asiente entrecerrando los ojos nuevamente.

Pensando en papi Aaron.

«Deja de llamarlo así».

Noup.

—Bien—bufa y me explica algo relacionado con su trabajo de módulo, asiento levemente conforme ella me explica.

—Bien te ayudaré—digo, bajando la mirada a mi teléfono y perdiéndome en mis redes.

***

73 horas...

«Jódete»

No gracias, al menos que sea con papi Aaron.

Salgo de la cama y me voy hacia la ducha, salgo envuelta en una toalla, entro a mi armario y tomó unos shorts cortos blancos y un top azul, me los pongo, para luego bajar a desayunar, unos minutos después llego a la universidad y subo al salón que me toca sin darle mucha importancia a las ocurrencias de mi conciencia.

—Buenos días, estudiantes—saluda el profesor de arte. Dos horas después su clase termina, bajo al campus, mi mirada se mueve hacia la cancha y lo veo, aparto la mirada rápidamente y camino hacia Sofi. Mi día se resume en mis clases, cuando estás terminan  camino hacia la biblioteca, paso el resto de la tarde sumergida en los libros.


***


Aaron

Más de una jodida semana sin hablar con ella.

«No me hace falta».

Sí que lo hace, por algo estas a punto de hablar con ella.

«Cállate»

Camino a regañadientes hacia ella.

—Mamá quiere que asistas a una gala benéfica en España—le digo de forma directa en cuanto estoy a unos pasos de ella.

—¿Cuándo es? —me pregunta sin apartar la mirada de su teléfono.

—El sábado, mis hermanos te dirán los demás detalles—digo de manera cortante y ella solo asiente sin ningún tipo de duda en levantar la cabeza y mirarme a los ojos.

—Puedes irte si eso es todo—aclara apartando su cabello de su rostro. Sin decir nada me largo de allí.

Ves pendejo si te hace falta.

El fin de semana llega y ya estamos en el hotel donde se realiza la gala cada año, terminó de arreglar mi traje negro, ya que mi familia y Brooke esperan abajo, camino hacia donde están, pero ni mi hermana ni Brooke han salido de sus habitaciones según lo que me dijo mamá. Brooke baja al lado de mi hermana y mi corazón late con fuerza al verla con el cabello recogido y el vestido rojo que le llega hasta los pies, mi mirada cae directamente en sus labios.

Entre El Ego De Ambos✓«Editada»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora