Llegamos a la cafetería y nos ubicamos en una de las mesas vacías, cuando una chica rubia de ojos claros se nos acerca supongo que trabaja aquí por su uniforme.
No, seguro que trabaja en KFC.
«No te aguanto»
Yo tampoco.
—¿Qué quiere ordenar, señorita?—pregunta la mesera sacándome de mis pensamientos.
—Nada—le respondo, la verdad es que no tengo hambre, no dice nada, simplemente se voltea a ver al estúpido de Aaron.
—¿Y tu guapo que deseas?—le pregunta con una sonrisa coqueta mientras juega con su cabello, pongo los ojos en blanco y tomo los apuntes del trabajo repasandolos, ya que Aaron tiene el libro.
—Que te vayas—dice Aaron sin ni siquiera mirarla, a la chica se le descuelga, la mandíbula se va indignada y a mí se me sale una carcajada cuando Aaron levanta la mirada del libro y me mira.
—¿De qué te ríes? —me pregunta frunciendo el ceño y termino riéndome como loca recordando la cara que puso la chica, juraría que no está acostumbrada a que le digan que no.
—De una cosa—le digo terminando mi episodio de "locura", él niega con la cabeza y vuelve la mirada al libro. Pasan más de dos horas y por fin terminamos el trabajo.
—Por fin ya no tengo que aguantarte niñata—dice Aaron en un tono burlón.
—Lo mismo digo estúpido—le digo y él suelta una carcajada.
—Bueno, terminar este trabajo merece un trago, ¿vamos?—dice y entrecierro los ojos.
—Sabes que mañana hay clases, verdad—le digo y él se encoge de hombros.
—Me vale y aparte solo es un trago—dice con una sonrisa coqueta.
—Pues vamos—termino accediendo y recogemos las cosas para luego salir de la cafetería, son más de las 19:30 en realidad no es tan tarde, me subo a su auto y el lo pone en marcha, unos 15 minutos llegamos a un bar está muy lleno, ¿Las personas no trabajan o qué?.
El estaciona su auto y bajamos de este, él jala mi mano mientras pasamos delante de la fila y nos dejan pasar inmediatamente, Aaron sigue con mi mano entrelazada a la suya mientras que aquí no cabe un alma, pero subimos las escaleras como podemos que nos llevan a un lugar donde casi no hay personas, se acerca un mesero y nos lleva a una mesa vacía, tomo asiento y Aaron suelta mi mano unos minutos después el chico vuelve con dos whiskys y me entrega uno y el otro se lo da a Aaron para después marcharse.
***
Era supuestamente "un trago" y han pasado más de tres o cuatro horas, no estoy tann ebria.
Ajá
«Te voy a ignorar».
—Aaron vámonos, es tarde y mañana tengo clases—le reclamo al chico que tengo a un lado.
—Pero si no son las doce todavía— dice sonriéndome y al mismo tiempo que me muestra sus dientes perfectos.
Quiero creer que pensaste eso bajo los efectos del alcohol.
«Yo también»
—Dijiste que era un trago, ya vámonos—le digo tirando de su camiseta.
—Bien, eres una agua fiesta—murmura tomando mi mano otra vez y bajando las escaleras, subimos a su auto y no le digo mi dirección porque ya se la sabe, mis párpados me pesan y se me cierran de un momento a otro no se cuánto tiempo pasa, pero cuando nos abro estoy en los brazos de Aaron, no estoy en mi calle y frunzo el ceño levemente.
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Entre El Ego De Ambos✓«Editada»
Teen FictionEste puede ser un claro ejemplo de que aveces es mejor dejarse llevar de aquellos sentimientos inefables y que el amor te puede hacer muchas cosas entre esas dejar de lado el orgullo, el dolor y las confusiones del pasado para no quedar... Entre El...