4. ¡NO LO SOPORTO!

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Aaron está de pie en el umbral de la puerta principal, es cuando por fin me dedico a detallarlo en sí, su cabello es negro, está un poco desordenado, sus ojos azules, labios finos, cejas un poco gruesas, nariz perfilada, musculoso y fornido, tiene tatuajes por la camiseta de tirantes puedo notar el tatuaje de un lobo que tiene en su brazo izquierdo y una pequeña rosa en llamas en su mano derecha, alto un 1'85 quizás.

—Te ves horrible—rompe el silencio entre nosotros, para luego reír. Lo miro mal. 

«Que te den»pienso.

¿Podemos nosotras? Y no consejos con exactitud...

«No»

—Cierra la boca idiota, sabes perfectamente que me veo demasiado hermosa— ironizó haciendo una mueca y se ríe nuevamente—¿Y qué haces en mi casa?—pregunto frunciendo el ceño.

—Vine a buscar el libro—dice obvio.

—Ajá, ¿se puede saber como conseguiste mi dirección?

—No te importa—dice y le doy una mirada asesina, pero luego de unos segundos responde — Se la pedí a tu amiga y ella me la pasó—dice encogiéndose de hombros.

Sofí te voy a matar.

—Ya vuelvo.— Subo a mi habitación y busco el libro que deje encima de mi escritorio, quise leerlo, pero sigo bloqueada por lo de esta tarde, bajo con el libro en las manos y se lo entrego.

—¿Sabías que podías buscarlo en Google?

—Si me ves en tu casa es por qué lo busqué en todos lados y no lo encontré, no vine porque quise —dice poniendo los ojos en blanco.

—Lárgate, ya tienes el libro—le suelto.

—¿Y si no quiero qué?—dice dando un paso adelante y acercándose a mi cara y lo detengo con una mano.

—Alto al fuego vaquero no soy así de fácil, así que vete a otro lado con ese tipo de truquito barato que conmigo no—le aclaro y se ríe.

—Bien—se va y a unos pasos.

—Y la maleducada soy yo—mascullo tratando de cerrar la puerta, pero su mano la detiene—¿Qué quieres ahora? —le pregunto fastidiada.

—Buenas noches, Brooke—dice mirándome a los ojos, pasan unos segundos, rompe la conexión de nuestros ojos y se marcha.

Empiezo a buscar a Sofía y por gracia divina no la encuentro, subo las escaleras rápidamente y toco su puerta. Uno, dos, tres y al cuarto golpe exclamó su nombre con fuerza.

—¡¡LUNA SOFÍA ANDERS SAL DE TU HABITACIÓN AHORA MISMO TE VOY A MATAR!!—no me responde y sigo tocando.

—¡Perdón, pero pensé que no te molestaría tanto!—me grita a través de la puerta.

—¡PERO SI SABES QUE NO LO SOPORTO!—vuelvo a gritarle, estoy dispuesta a romper puta la puerta, pero vuelven a tocar el timbre de la casa—¡SALVADA POR LA CAMPANA!— le grito y bajo las escaleras con rapidez abro la puerta y hay un chico de cabello negro con azul y el uniforme de Mc Donald's.

—Buenas noches, señorita, soy Alex y le traje su pedido—me dice sonriendo y me entrega las bolsas de comida y las malteadas.

—Gracias¿Cuánto es?

—15 dólares, señorita... —deja la oración en el aire para que yo termine. Cosa que ni siendo su sueño más deseado pasará.

—Nada, no doy mi nombre a extraños —aclaro con frialdad y le doy un billete de 20.

Entre El Ego De Ambos✓«Editada»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora