La habitación de Jungkook siempre había sido uno de los lugares que más le gustaban de su casa. Quizás era porque solo ahí podía ser él mismo, nunca iba a ser juzgado y siempre iba a ser amado. Incluso fue el primer lugar en ser testigo cuando le confesó al omega ser gay. Había pasado tanto tiempo, pero incluso ahora podría decir que la mirada de aquel niño de quince años escuchándolo decir su mayor secreto era la misma que la de este Jungkook de dieciocho años que simplemente lo miraba con curiosidad.
-¿Entonces de verdad se fueron todos?
-Sí -respondió con nerviosismo cerrando la puerta detrás de él.
Sin embargo, sí cambiaron en muchas cosas. Y lo sabía muy bien porque en el pasado lo único que hacían en esas cuatro paredes era jugar algún juego de mesa o hablar. Y ahora, aunque se habían limitado solo a besos y toques, Jimin sabía que el preservativo en su bolsillo era una puerta abierta a todo menos a jugar monopolio.
-Genial, porque es nuestro último día sin mi papá.
-¿Ya va a volver?
El menor solo movió su cabeza de arriba a abajo mientras hacía un puchero. Y no es porque no quería que volviera, sino que eso significaba que no habrían más pijamadas ni pasar muchas horas acurrucados en su cama entre besos y palabras bonitas.
-A tu papá no le agrado -habló de repente arrugando su nariz.
-No te preocupes, cuando tu marca con Taehyung desaparezca haremos que te ame.
-Me odiará si sabe que quiero llevarte a Londres.
-No lo sé... Quizás irme sea lo mejor para él también.
-¿Por qué lo dices?
-Tiene novia -confesó-. Creo que quiere casarse también -respondió haciéndose a un lado de su cama para que el rubio pudiera recostarse-. En Busan.
Oh. Jimin al fin pareció comprender la razón por la que su suegro no había vuelto todavía de su viaje.
-¿Tú estás bien con ello?
-Sí, merece ser feliz... Aunque nunca conocí a mamá, estoy seguro de que ella también hubiera querido que lo sea.
-Estoy seguro que sí... Espero que nos invite a la boda -bromeó.
-Nos veríamos muy bien de traje -entrelazó sus manos-. Aunque con nuestros pijamas nos vemos bien también.
-Eso te lo aseguro, mi amor...
Después de eso se quedaron en silencio. Un silencio cómodo en el que solo sus respiraciones eran audibles y de vez en cuando pequeñas risitas los acompañaban. Definitivamente este era uno de esos momentos que extrañarán cuando el papá de Jungkook esté de regreso. En eso, el mayor se soltó del agarre para poder pasar su brazo por debajo del cuerpo del menor, en donde con delicadeza comenzó a trazar figuras con su dedo índice.
-Me haces cosquillas siempre que haces eso -murmuró con voz tierna, tratando de contener la risa.
-A ti te da cosquillas todo -respondió burlesco-. Por ejemplo... -dejando sus palabras al aire se acercó al más joven y depositó un beso en su cuello.
A aquel beso le siguieron otros y otros más. El sonido de los labios de Jimin armonizando con la risa del omega causó que el ambiente se sintiera como una realidad alternativa creada solo para ellos. Una en donde podían amarse sin herencias ni marcas ajenas de por medio. Era un momento de plenitud, que fue perfectamente creado por el menor, quien no iba a negar que aquel comentario lo dijo a propósito, sabiendo que si decía eso el alfa comenzaría a besarlo en aquella zona tan sensible. Así hacían siempre, y esta no sería la excepción... ¿o sí?
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missed u [jikook au]
RomansJungkook ya no era el omega chiquito que no podía ni robarle un beso y, después de tres años desde su dolorosa separación, al fin se lo probaría. Pero nada salió como planeó, y la indiferencia del alfa no sería lo peor de su regreso. -Jimin, ¿por qu...