missed u [jikook au]

❥23:01.

Un fuerte estruendo se escuchó en la cocina luego de que un muy exagerado Hoseok soltara un grito alarmando a su novio que del susto tiró la tapa de la olla que acababa de poner en la estufa. Yoongi, después de entrar corriendo a la habitación y encontrarse con el alfa riendo nerviosamente, solo atinó a regañarlo con la mirada por el susto y luego la ablandó instantáneamente al ver a Jungkook con el ceño fruncido y con un envase de pastillas en su mano.

-¿Qué pasó? -podía intuir la situación, pero de todas formas decidió preguntar para aligerar el incómodo ambiente que se instaló a raíz del grito del alfa.

-Me gustaría saber lo mismo -masculló el menor antes de llevarse dos pastillas a la boca y tomarlas con agua.

-Perdón yo... Me asusté, ¿sí? Entré y vi a Jungkook vaciando un montón de pastillas en su mano que yo... -se calló haciendo un puchero con sus labios-. Perdón.

Yoongi se cruzó de brazos y luego se sentó al lado de su mejor amigo. Al oír la explicación de su novio temió por un momento de que en realidad no había sido un exagerado, sino más bien su salvador.

-No iba a hacer nada malo -explicó-. Son mis supresores, debía tomar solo dos del envase pero me enojé y terminé vaciando todo sin querer.

Ambos asintieron, esta vez Hoseok también se sentó al otro lado del omega y lo envolvió en un abrazo. Conocían lo exageradamente dependiente que era Jungkook de Jimin, también lo mucho que sufrió solo por simples peleas así que de verdad estaban muy al pendientes de su estado emocional y, sobretodo, de su reacción. Ya que, hasta ahora, lo único que manifestó desde su ruptura fue silencio. Estaban preparados para llanto, enojo o tristeza pero no para aquel gélido silencio que recibieron del contrario.

-Está bien, tranquilo. ¿Necesitas algo? La cena estará lista pronto.

El castaño negó, después de explicar la situación volvió a su típico silencio. Luego de unos segundos, cansado de las preocupadas miradas de sus amigos sobre él, el omega se tiró sobre la cama y se cubrió con las sábanas.

Los que no se encontraban dentro de aquel fuerte lo único que podían oír eran los sollozos del más joven, sollozos que sabían intentaba callar en vano. ¿Por qué intentaba hacerse el fuerte con ellos? Si Jungkook jamás intentó ocultarse de sus sentimientos, siempre transparente y un llorón empedernido con las películas románticas. Yoongi y Hoseok no sabían cómo más ayudarlo si esta vez no les permitía entrar ni siquiera dentro de aquellas sábanas.

-Sabes que estamos aquí contigo, las rupturas siempre son difíciles... Puedes desahogarte con nosotros.

-Si quieres podemos ir y malograrle el auto a Jimin -agregó con un tono malévolo de voz-. Sería una buena venganza por ser un patán contigo.

Jeon salió finalmente de sus sábanas, o bueno, al menos sus grandes ojos llenos de lágrimas lo hicieron.

-¿De verdad harían eso? -preguntó en un hilo de voz.

Al inicio el omega lo había dicho en broma, pero si eso ayudaba a su amigo a sentirse mejor, estaba dispuesto a cometer el crimen. Así que comenzó a asentir frenéticamente, siendo seguido luego por Hoseok, quien, a pesar de ser el cauteloso de la relación, esta vez estaba dispuesto a apoyarlos.

-Bromita, saben que no le haría eso.

-No hay destrucción de autos entonces -respondió el pálido tirándose en la cama al lado de su amigo-. ¿Entonces qué quieres hacer?

Nuevamente silencio. Aunque esta vez no era porque se rehusara a hablar, sino porque en realidad no sabía qué decir. ¿Qué quería hacer? Llorar, por supuesto, aunque eso ya podía hacer sin mayor esfuerzo. Gritar, descargar su energía dejando sordos a sus amigos. ¿Romper cosas tal vez? No, él no contribuía a la contaminación de esa forma. La verdad es que Jungkook conforme más daba vueltas en su cabeza lo único que concluía es que quería correr hacia Jimin, ir con él y abrazarlo y besarlo como suele hacer. Luego el alfa tomaría su rostro con sus manos y entre el beso susurraría sobre sus labios lo mucho que lo amaba.