missed u [jikook au]

❥20:00.

Se sentía como uno de esos días en los que volvían de aquellas aburridas reuniones con los papás de Taehyung o con el abuelo, donde después de fingir ser adultos responsables y pareja finalmente volvían a casa y se encontraban a pocos metros de cerrar las puertas de sus respectivas habitaciones y ser ellos mismos nuevamente. Sin embargo, esta vez era distinto y Jimin lo sabía perfectamente ya que esta vez, por sus decisiones, un omega de ojos bonitos no lo esperaba esperaba con un fuerte de mantas y películas listas para reproducir.

-¿Están tus padres? ¿Crees que debo saludarlos? -preguntó en voz baja el menor cerrando la puerta tras de sí.

-Sí están -hizo una pausa y volteó a verlo, sus ojos se encontraban algo hinchados y no se veía muy bien de ánimo-. Necesitas dormir, ya los verás mañana.

El contrario asintió y sin esperar más entró corriendo a la casa, rogando poder hacer su camino desde la entrada hasta su habitación -o mejor dicho la de Jimin- sin ser visto por nadie. Aunque claro que no iba a ser tan fácil, y mucho menos cuando en su descuido no se dio cuenta de que otro omega tenía los mismos planes de no ser visto.

-¡Qué te pasa! -gritó al sentir el impacto de su cuerpo contra el frío suelo.

Debía ser una clase de broma pesada que justo tuviera que chocarse con su rival justo cuando lo que menos quería era que se enterasen de que había estado espiando desde la ventana desde que escuchó el auto de Jimin entrar al garage.

-¡¿Están bien?! -exclamó el rubio asustado al llegar a su lado.

En lugar de responderle, ambos omegas se quedaron viendo el uno al otro. Y, luego de unos segundos del intercambio de miradas frías, voltearon en dirección al alfa. No pudieron ser más obvios en expresar al mayor lo que con sus miradas un "préstame atención a mí, ayúdame a mí". Pero, a pesar de que el rubio lo había entendido perfectamente, decidió sólo estirar ambas manos hacia el par. Ambos eran importantes para él, y por este asunto tan simple no iba a elegir un bando.

-¿Se hicieron daño? -y aunque su pregunta iba a ambos, sin querer su mirada solo examinaba a Jungkook, esperando que no tuviera ningún golpe-. Taehyung, debiste tener más cuidado.

-Perdón... -respondió tomando la mano extendida del alfa.

Jungkook, después de dudar unos segundos, esquivó su pregunta y rechazó la ayuda para proceder a ponerse de pie por su cuenta. Se sintió ridículo al pensar que a pesar de su pelea Jimin lo iba a poner de prioridad a él. Estaba avergonzado también, se suponía que iba a ignorarlo hasta que Jimin le pidiera perdón, pero ahora había quedado al descubierto que hasta pendiente estuvo de su llegada. Y sin olvidar que molesto también estaba, molesto de que lo dejara para irse con Taehyung. Eran tantas las emociones que podría comenzar a llorar y no estaría seguro si es por tristeza, decepción, vergüenza o enojo.

-Perdón, Jungkook -exclamó el pelinegro-. Debí ser más cuidadoso al entrar, ¿no te lastimaste cierto?

El menor lo observó unos segundos, pensando en qué debería contestar. Si tan solo esa estúpida marca y herencia no estarían en medio... Tal vez ahora no estaría recordando todo lo que él no es, ni pensando en lo perfectos que se ven ellos dos como pareja.

¿Por qué siempre que veía a Jimin al lado de Taehyung sus inseguridades no hacían más que recordarle su lugar? Esta enorme casa, esas ropas caras y herencias que recibir... Cuando tenía quince años y se enamoró por primera vez jamás hubiera imaginado que así sería.

-No seas amable conmigo -escupió sus palabras. No seas Heather.

Después de sus palabras, sólo soltó un fuerte suspiro y se fue. Jimin lo siguió con la mirada, pero la esquivó rápido en cuánto se dio cuenta. Por primera vez entendió a lo que se refería Taehyung de las veces que hablaba de cómo se llevaba con Jungkook, su forma inmadura de ser era la razón de todas esas absurdas peleas entre ambos omegas. Al menos en ese momento, donde sus sentimientos de enojo y algo de resentimiento predominaban, así lo vio.