«Residencia Ivankov-Naruse»AKIKO (37 años)
Nunca pedí nada de la vida, ni siquiera tenía las expectativas de estar viva a estas alturas o que pudiera tener hijos, pero aquí estaba. Casada con el hombre que amaba y con tres hermosos niños que eran mi adoración.Tener a Akim fue mi dicha, mi niño ahora tenía doce años. Dos años después nacieron los gemelos Anton y Kira, con ellos para Andrey y para mi nuestra familia ya estaba completa. En la mansión habíamos decorado una habitación de juegos y tareas para los niños, me dirigí hacia allá y cuando estaba por cruzar la puerta escuché los gritos.
-¡Obvio yo soy la favorita! Papá dice que soy su princesa japonesa. -dijo Kira viéndose tan linda con suéter negro y capucha de gatito.
-¡Pero yo soy el mayor! -espetó Akim.
-A mí me quieren más por ser el menor. -intervino Anton sin dejar de hacer sus caligrafías.
-Otra vez ustedes peleando. -tres pares de ojos se posaron en mí.
-¡¿Mamá a quien quieres más?! -preguntaron al unísono.
"Eran tan lindos cuando se ponían a pelear de esta forma tan ridícula".
-¿Cómo voy a escoger a uno? A los tres los amo por igual. -esa respuesta no parecía convencerles, como se notaba que eran iguales a su padre, siempre buscando ser los ganadores en todo.
-No. ¡Escoge a uno de nosotros! -replicó Kira. Akim se me acercó y lo miré con una ceja levantada.
-Mamá si quieres puedes mentirles a los gemelos diciéndole que son los favoritos, ya todos sabemos que soy yo por ser el mayor -dijo Akim con una sonrisa egocéntrica que lo hacía parecerse más a Andrey.
-Deja de ser tan prepotente Akim.
No había mucho de mí en Akim. Sus ojos no eran tan rasgados y de los tres él era el único que había heredado los ojos azules de Andrey. Los gemelos por otro lado parecían más hijos míos que de Andrey, aunque el color de su cabello tiraba al castaño claro.
-No hay favoritos, los tres tienen el mismo grado de cariño por parte mía. -espeté.
-Entonces hay que preguntarle a papá. -habló Anton, no pasó mucho para que los tres salieran de la habitación corriendo como caballos desbocados.
"Bueno, ya serian problema de Andrey".
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Hoy era uno de esos días en los que los gemelos venían a invadir nuestra habitación, parecían unos bebitos de cinco años cuando querían dormir con nosotros y se colaban a nuestra cama durante la noche diciendo que tenían miedo de estar solitos."Tan lindos y manipuladores".
Kira como siempre con Andrey y Anton conmigo, era hasta adorables verlos dormir y pensar que esos pequeños serían nuestro legado.
-¿Qué harás cuando Kira consiga novio? -le pregunté con burla a Andrey mientras los niños ya se habían dormido. Mi ruso hizo una mueca por esa pregunta.
-Ya quiero ver quién será el hijo de puta valiente que quiera quitarme a mi princesa japonesa. Veamos cuando le dura el capricho al desgraciado luego de una paliza.
-¡Por dios, eres terrible! -tuve que taparme la boca con mi mano para no despertar a los gemelos con mi risa -Solo te digo que no harás que nuestra hija viva como una monja.
-No lo había pensado pero es una buena idea, sladkaya. ¿Qué te parecería inscribirla en un colegio católico solo de niñas? -lo miré estupefacta. Los niños habían estado recibiendo educación en casa por seguridad, desde que Andrey había roto la alianza con el capo Giovanni Caruso y no en buenos términos, habíamos estado muy precavidos con la seguridad de los niños, ahora que las cosas se veían más tranquilas yo quería que mis hijos convivieran con niños de su edad.
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𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.
General Fiction♕︎𝐏𝐨𝐫𝐭𝐚𝐝𝐚 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐚 𝐩𝐨𝐫: @mfvdesigns_ (instagram) @MFVillegas (wattpad)♕︎ «Bespredel» quiere decir sin restricciones, desmadre, ausencia de leyes. Una de las palabras favoritas para describir a los hermanos Ivankov. No conocían de límite...