Los padres de Mork buscaban al chico por todo lado, eran más de dos días que el chico estaba desaparecido y no regresaba a casa. Mork recorría varias calles con la intención de encontrar a Win o a Tine como él lo conocía.
El padre de Mork era uno de los empresarios más poderosos de Tailandia, los últimos años había hecho un par de negocios que habían aumentado sus riquezas y en los que estaba el nombre de su hijo, pues sería el único heredero.
Varios agentes de la policía y escoltas del padre del Mork lo buscaban por todo Tailandia con tal de encontrar un rastro de él, lo único que había dejado era su teléfono para que no lo pudieran ubicar. Cuando la madre encontró el teléfono sobre la cama del chico se acercó y lo tomo, la pantalla se iluminó y de fondo una foto de él con Tine mientras sonreían.
Sarawat volvió a salir con Win y la guitarra a recorrer varios parques mientras cantaban y recogían un poco de dinero para llevar a la casa, el día estaba demasiado soleado y el calor de Bangkok era inclemente. Los chicos estaban cerca a un paradero de buses refugiándose del sol bajo un árbol mientras la gente seguía pasando y dejando un poco de dinero.
Mork iba camino al paradero de bus para regresar al hotel donde se estaba quedando, un cigarrillo que estaba fumando se apagó dejando una pequeña colilla cuando la guitarra que tocaba Sarawat comenzó a sonar de fondo llamando su atención a uno metros de distancia y viendo a lo lejos la silueta de Win.
- ¡Tine! ¡Tine! - Gritó el chico corriendo hasta el lugar donde estaban los chicos.
- ¿Tine? - Pregunto Sarawat. - ¿Quien eres tu?
- Tine... Soy Mork vine por ti, te he extrañado demasiado.
El menor se quedó perplejo al ver a Mork, sus ojos pequeños se hicieron grandes, su cara pálida y de nuevo un dolor de cabeza profundo hizo que el menor se desmayara quedando acostado en el piso.
- ¿Que hiciste imbécil? - Decía Wat viendo al otro chico mientras al tiempo intentaba hacer reaccionar al menor. - No te quedes ahí ¡Ayúdame!
- Hay que llevarlo a un hospital. - Decía Mork
- No, en el hospital no lo van a atender... No sabemos su nombre real. Lo llevaremos a la casa. ¿Puedes llamar un taxi?
Mork se quedó un poco confundido con la reacción de Win y las palabras de Wat, ambos chicos se subieron a un taxi junto con Win, que los llevo a la casa que estaba a unos minutos.
Cuando llegaron a la casa Win comenzaba a reaccionar abriendo sus ojos, los chicos lo acostaron en el viejo sofá y comenzaron a darle aire para que pudiera despertar.
- Tine soy yo... Mork
- No lo molestes, déjalo tranquilo un momento le puede estar doliendo la cabeza. - Decía Wat en tono serio. - ¿Tu de donde vienes? ¿Por qué conoces a Win?
- Yo vengo del sur, de la ciudad vecina. - Respondió Mork un poco nervioso. - Tine es mi...
- Wat... Wat - El menor comenzó a llamar a Wat mientras se tocaba su cabeza. - Ayúdame, no me dejes solo por favor.
Mork no sabía por qué el menor estaba reaccionando de esa forma, cuando Sarawat se acercó con un vaso con agua y unas pastillas para el dolor de cabeza Win lo abrazó, Mork se quedó de pie a un lado viendo la atención que le prestaba Wat a Win, sintiendo un poco de dolor en el corazón.
- Win... ¿Lo reconoces a él? - Pregunto Sarawat al menor señalando a Mork.
La negativa de Win al ver a Mork no le traía ningún recuerdo, sus pequeños ojos asustados cuando veía a Mork, el menor solo quería estar al lado de Sarawat, pues se sentía protegido.
- Tine... Soy yo, se que mi padre te hizo daño pero vengo por ti, para darte todo lo que te prometí. - Decía Mork acercándose lentamente a Win mientras sus ojos comenzaban a llorar.
- Creo que es mejor que lo dejes tranquilo, ha sufrido mucho estos días... Puedes regresar mañana. - Decía Sarawat intentando calmar la situación. - Estoy interesado en saber quién es realmente Win. - Te acompaño a la puerta.
Sarawat acompañó hasta la puerta a Mork, el chico salió y le dió las gracias a Wat por cuidar a Tine, Wat se quedó un momento en la puerta viendo cómo se iba el chico cuando una camioneta negra salió detrás de él.
- ¡Sarawat ayúdame!
Fueron las últimas palabras que dijo Mork cuando comenzó a correr para que la camioneta no lo alcanzará, pero finalmente la puerta de la camioneta se abrió y unos hombres tomaron a Mork y lo subieron mientras pataleaba haciendo resistencia para no subir a la camioneta.
Sarawat alcanzo a correr unos metros, pero la camioneta no tardo nada, cuando Wat se acerco al lugar la billetera de Mork había caído al piso. Wat recogió la billetera y la llevo a la casa con un poco de curiosidad.
Sarawat guardó la billetera en uno de los bolsillos de su pantalón, cuando volvió a entrar a la casa Win le pregunto que si había pasado algo a lo que Wat negó por el momento.
La noche había llegado, Tharn y Type regresaron a casa juntos, el mayor había esperado al menor cuando salió del trabajo. Los cuatro chicos se sentaron en la mesa del comedor a cenar, Wat había preparado algo para cenar.
- Sarawat te quedó muy delicioso. - Tharn aún no tenía muy buena relación con Wat y Win, pero era la primera vez que probaba la comida que preparaba Wat.
Win fue uno de los primeros en irse a la cama, mientras dormía Wat se estaba quitando la ropa cuando volvió a recordar que tenía la billetera, el mayor abrió la billetera y lo primero que se veía era la foto de Mork con Win, también estaban dos tarjetas de crédito y dinero en efectivo.
Sarawat comprobó que Mork conocía a Win, la foto era evidente. A la mente del mayor se venía el nombre de Tine a la mente. El mayor se acostó a un lado del menor y comenzó a acariciar sus mejillas y su cabello negro.
- Te voy ayudar a encontrar tu verdadera identidad. - Decía Wat en voz baja.
- Encuentrame - Respondió Tine que aún estaba despierto. - Ayúdame a encontrarme. - Decía el menor dando vuelta en la cama y poniéndose en frente de Wat. - Te agradezco por todo lo que has hecho por mi. - Finalizando con un beso en la mejilla de Sarawat y volviendo a acomodarse en la cama dejando a Wat con una pequeña sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Misterio En Bangkok | BrightWin - MewGulf
De TodoTodo comenzó en la cárcel. •SARAWAT - TYPE - THARN - TINE• Ser el culpable de un asesinato le cambiaría la vida a cualquiera, haber estado en una de las pandillas más peligrosas no llenaría de orgullo a cualquiera. Estar en la cárcel por ser un atr...