LIV

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Los días transcurrieron sin mayor novedad concluyendo así las reuniones por lo cual cada nación comenzaba a regresar a sus respectivos territorios -me hubiera encantado que me acompañaras-

-A mi igual chanchito, pero no se va a poder na'- estaba dándole algunas caricias al rostro del eslavo mientras este lo abrazaba de la cintura- podría quedarme y ayudarlos, así terminarías más rápido-

-No, tú tienes cosas que hacer, además me distraería mucho contigo a mi lado jsjsj- intentaba salir del paso, debía hacer que el ruso se fuera o arruinaría los planes, pero no podía evitar sentirse culpable por mentirle -ya po' Ru no pongai' esa carita, apenas pueda pescare el primer avión y me voy a tus tierras a regaloneas ¿te parece? -

-Descuida, no quiero presionarte-

-No lo haces, si yo también quiero estar contigo sin andar preocupao' de reuniones-

-Entonces estaré esperando que suceda, solo debes llamar - le brindo un beso en los labios del latino además de apegarlo más a él, en su interior si tenía la esperanza de pasar más tiempo con el latino, pero en la mayoría de las ocasiones por sus trabajos no coincidían. Estaban tan metidos en su mundo que el llamado por alto parlante los hizo volver a la realidad -ya debo irme-

-Ta bien, cuídate y avísame apenas llegues no importa la hora- asintió, le dio un último beso para luego tomar sus cosas y caminar hacia donde debía embarcar, se dieron una última mirada a la distancia, una despedida con un leve movimiento de mano y solo cuando lo perdió de vista dio media vuelta marchándose de aquel lugar -hay mi chanchito bello nos vemos en unos días jsjsj-

Era de madrugada y el chileno estaba profundamente dormido, había tenido un día agotador pero el sonido de la música de su teléfono lo espanto y a regañadientes tomo el dispositivo - ¿eri longi o que wea? Quien es el desubicado que llama a esta hora peaso de gil-

-... Lo siento Chile, mejor llamo mas tarde- el escuchar esa voz hizo que el sueño se fuera por completo, se sentó en la cama y encendió la luz -no,no,no ru ¡lo siento! No me corti-

-Chile, tranquilo mejor llamo cuando sea de día allá-

-No po' amor, si ya desperté, me había quedado raja... ¿ya llego a su casita? -

-Si, apenas estoy entrando, disculpa si te desperté, pero como me pediste llamara enseguida-

-Shi ta bien amor, me alegra que llegara bien- mientras hablaba no podía evitar bostezar en varias oportunidades algo que el ruso no paso por desapercibido -Chile, mejor sigue durmiendo-

-Pero quiero escuchar tu voz... te echo de menos-

-También te extraño, pero debes descansar, más tarde hablamos ¿de acuerdo? -

-Puchis... bueno, cuídate amor y descansa un poquito que sea del viaje-

-También descansa y dulces sueños- ambas naciones se despidieron cortando la llamada, el latino dejo el teléfono en la mesa de noche, apago la luz y volvió acurrucarse entre las sábanas quedando nuevamente dormido.

Ya había llegado el día, Chile se encontraba bajando del avión con bastante emoción, encendió su dispositivo y lo primero que hizo fue comunicarse con Georgia para avisarle que ya se encontraba en el aeropuerto -perfecto, yo estoy llegando a la puerta de la que saldrás hasta luego- corto y lo segundo que hizo el chileno fue llamar a su pareja, era bastante temprano y sabia que seguramente hoy tendría un día muy ocupado.

-¡¡RU!! Feliz cumpleaños amor~-

-Gracias Chile, no sabes lo feliz que me hace tu llamado-

-Awww weon tierno, oye amor ya llegué a mis tierras y lo primero que pense fue en llamarte ¿planes para hoy lindo? -

Imposible volver amar ¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora