Imposible volver amar ¿Verdad?

LXXVI

Rusia intentaba no pensar en todos los mensajes y llamadas perdidas que le había estado haciendo al chileno, llego a pensar que por la pelea decidiera no venir, le asustaba esa idea. Miraba la hora para insistir, pero no podía, era de madrugada en tierras del latino -espero se encuentre bien- guardo el dispositivo y siguió con su labor.

Como era fin de semana no tenía trabajo, pero debido a la nieve que se había acumulado durante los últimos días ahora se encontraba en el techo de la casa quitando aquella nieve bajo la atenta mirada de sus guardias a quienes les tenía prohibido acercarse más a él.

Sentado sobre el techo, se estaba dando un pequeño descanso, apalear tanta nieve era agotador. Vapor salía de su boca, miraba hacia el horizonte, la brisa helada acariciaba su rostro y movía algunos mechones de su cabello. Estaba tan absorto de la realidad que no era consciente de lo que estaba sucediendo a tan solo unos metros de él, en la entrada exterior de su vivienda.

- Лонг, это частная собственность/Largo, esto es propiedad privada-

-¡Agh! Ya lo se... perkines culiaos... am... Я друг России, пропусти меня/soy amigo de Rusia, déjame pasar-

- долго или нам придется применить силу/largo o tendremos que usar la fuerza- el ruso escuchaba apenas de que o con quien trataban los guardias, pero pensó que se trataría de alguien curioso o reportero por lo que no se molestó en prestar mucha atención y volvió a su labor doméstica.

-¡Ahi esta! ¡Que chucha haces haya arriba! ¡Rusia baja de ahí o te voy a sacar la conchetumadre que hasta tus ancestros les dolerá! -

Se giro rápido al escuchar esos modismos, intento ver por entre los guardias, ahí se encontraba el chileno intentando llamar su atención mientras discutía con los guardias -Chi-... ¡AHH!- apenas basto un paso en falso para resbalar cayendo de lleno hasta el suelo. Chile quien vio como cayo ahogo un grito de terror- quítense hijos de perra- empujo a cada uno dándose paso y correr hasta el ruso y detrás de ellos los guardias -¡Rusia, Rusia!- se lanzó de rodillas a su lado tomo su rostro asustado parecía no responder.

-No, no.... Rusia despierta po, abre tus ojitos- su cuerpo comenzó a temblar por el temor que sentía en ese momento, miro por sobre su hombro frunciendo el entrecejo -¿qué hacen ahí parados? ¡llamen a una ambulancia! - volvió a concentrarse en el ruso mientras los otros hacían llamadas.

Acariciaba el rostro del ruso, sostenía con fuerza su mano contra su pecho -ya po' amor, no me asusti- su ropa comenzaba a humedecerse, pero no se atrevía a la lo fueran a mover.

-Patroncita mía, ayuda a Ru y prometo decir menos garabatos-

-No lo h-hagas...- Chile quien miraba hacia el cielo bajo su vista y como Rusia apenas conseguía abrir un ojo, se notaba el dolor en su rostro y pese a esto esbozaba una leve sonrisa- tus g-groserías son divertidas- llevo su mano al rostro del chileno quien sonreirá nervioso y algunas lagrimas comenzaron a caer humedeciendo la mano del ruso-s-si... v-viniste Chile agh...-

-C-claro tonto, te lo prometí- con cuidado se recostó sobre el pecho del ruso para abrazarlo, comenzó a llorar al estar aliviado de que Rusia estaba bien al parecer -¿porque lloras Chile? No morí jeje- hizo un gesto con la mano para que los guardias se alejaran, Chile alzo la vista molesto aun con el rastro de sus lagrimas y su parche empapado -¡weon estúpido!¡ No digai eso ni en broma! ¡Pudo pasarte algo! - lo agarro del suéter, pero Rusia estaba feliz, adolorido y algo mareado pero feliz, tomo de la nuca al chileno y le planto un beso, uno que ambos necesitaban.

Una sirena se escuchaba cerca del lugar, al separarse Chile aprecio que se trataba de una ambulancia y como bajaba el personal de este acercándose a ellos -¿qué pasa?- intento levantarse pero Chile se lo impidió empujando su pecho contra el suelo -no te muevas, deja que te revisen-