Imposible volver amar ¿Verdad?

LXVII

Las semanas fueron pasando y Rusia cada vez tenía menos noticias del chileno y las pocas veces que conseguía comunicarse apenas eran un par de palabras para luego ser interrumpidos debido a las constantes reuniones a las que debía asistir el de cola.

Rusia se encontraba en su oficina intentaba concentrarse en su trabajo, pero le era casi imposible, en su computador había cientos de pestañas abiertas y todas relacionas con noticias sobre Chile. Volvió a intentar comunicarse con el latino y ni la diferencia de hora tomaba ya en cuenta, necesita saber de su pareja.

-Por favor contesta- pero no tuvo éxito, sin embargo, no se iba a rendir por lo que continuaba llamando al punto que no sintió cuando lo llamaban en la puerta- disculpa, lo siento no sabia que estaba en una llamada- Moscú se quedó en la entrada en espera que terminara, pero Rusia solo negó dejando a un lado el dispositivo y haciendo una seña para que la capital ingresara -descuida ¿necesitas algo? -

-Sí, están esperando que se presente para iniciar la reunión-

-Demonios... lo olvide- soltó con bastante frustración, miro el móvil que descansaba sobre el escritorio -bien vamos- por lo visto, no tendría respuesta por lo pronto... tomo los archivos necesarios para la reunión al igual que su teléfono, no importaba si lo llamaba en plena junta saldría de inmediato con tal de saber de Chile.

En chile las cosas parecían no mejorar -¡¿cómo que poner estado de excepción, me niego?!- golpeaba con furia la mesa provocando que los demás presentes se sobresaltaran -Chile por favor cálmate, esto es necesario, la situación se nos está yendo de las manos-

-Claro y poner milicos en todos lados además de toque de queda lo solucionara... que listos- soltó con evidente sarcasmo, no quería que su gente repitiese el temor de hace un tiempo atrás.

-Estoy de acuerdo, creo que deberíamos discutir sobre las demandas y no provocar mas a los ciudadanos- Santiago quien estaba presente se preocupaba que todo de les fuera de las manos por culpa de la gente incompetente con la que estaba tratando en ese momento como también podría verse afectado su padre.

-No es provocar es cuidarlos, ya no solo esta pasando en Santiago, se esta expandiendo en las regiones, está todo listo, incluso ya llamamos acuartelar a los reservistas-

-¿Qué?- miraba con preocupación el rumbo que estaba tomando la reunión – señor presidente, no, esta no es la solución-

-Chile esto es por el bien de todos y el tuyo- sin más veía como firmaba los documentos que autorizaban las nuevas medidas ante las cientos de protestas en el territorio, probando la furia del chileno, golpeo con aun más fuerza la mesa esta vez con la ayuda de su cola, podían verlo con temor pero sabía que no era suficiente para hacer que se retractaran- mejor dicho, solo quiere salvarse solo... señor- dicho esto se retiro de aquella sala, no estaba dispuesto a continuar con aquellas personas ni un segundo más.

-¡Hijo de puta! ¡Maracos culiaos! ¡Ojala se los piten a todos por weones, estos creen que estoy pintao o que! ¡he vivido más que todos esos ctm!- cayo rendido sobre su silla, su oficina era un desastre, se había desquitado con los muebles y documentos varios que se encontraban decorando el piso -hacer pataleta no arreglara nada-

-Santi no estoy de humor ¿termino la reunión? -

-Sip, se asustaron al verte así de enojado jajaj... también se fueron a dar el anuncio-

-Genial puedes dejarme solo porfa-

-¿Seguro te encuentras bien? Se te ve muy cansado y pálido y eso que de por si parte de ti es blanco-

-Chistosito...si oh estoy bien, es solo el estrés- giro su silla ofreciendo apenas una sonrisa. La capital solo lo observo soltando un suspiro- como digas... pero deberías irte a descansar, nos vemos mañana- se acerco hasta el para despedirse de un beso en la mejilla -¿cómo que mañana? ¿no tenemos otra reunión en un rato más?