Imposible volver amar ¿Verdad?

LV

Al fin logre llegar a mi casa, sabia que mis hermanos me esperaban para celebrar conmigo como todos los años, pero esta vez no estaba de humor, quería tener a Chile a mi lado a pesar de que de un principio me dijo que no podría, miraba mi teléfono mientras caminaba a la entrada de mi casa recibiendo una notificación de Alemania -el vendrá- esboce una leve sonrisa, al menos estaría mi amigo y al parecer viene solo, mejor, no tengo nada contra Polonia pero no me agrada que hable mal de mi chileno. Entre y como esperaba estaba todo el salón decorado y mis hermanos esperándome - с днем ​​рождения россия- les agradecí a cada uno de ellos, miré a mi alrededor esperando encontrarme quizás con la mirada del chileno, era un completo idiota al pensar eso.

- Hora de pedir los deseos- no me percate que frente mío había un pastel con la vela encendida, espere unos segundo apague aquella vela mientras ellos me aplaudían -¿Qué pediste Rusia?-

-Se supone que no debo contarlo o no se hará realidad- mire a Uzbekistán quien frunció el ceño por mi respuesta ¿Qué esperaba que dijera? Espero que mi novio aparezca por esa puerta, no podría.

-Rusia ahora ve al jardín a buscar tu regalo, era algo grande para tenerlo aquí- los mire un poco asustado, con ellos podría esperar cualquier tontería -solo espero no sea un oso... tuve mucho que explicar el año pasado-

-jajaj no es eso... aunque te haría bien la compañía ya ve- Rusia se dirigió al jardín, le sorprendió que no iba acompañado por lo que primero que se le venia a la cabeza es que era otra broma, miro por la ventana pero no había nada -¡que graciosos no hay nada!-

-¡Debes salir! ¡está en el árbol del fondo imbécil! -rodo los ojos, pero termino haciendo caso solo para que no lo molestaran, el chileno había podido escuchar aquellos gritos lo que lo puso en alerta de que Rusia era quien venia hacia él.

Con bastante desgano caminaba en dirección aquel árbol, sus manos descansaban dentro de los bolsillos de su pantalón, pensaba que quizás no habría nada en aquel lugar.

Tenía ganas ya~
De pasar junto a ti~
Unos minutos soñando~
Sin un reloj que cuente las caricias que te voy dando~

Se detuvo al escuchar esa voz, la había escuchado antes en un video tiempo atrás pero que deseaba poder escuchar en persona, pero más aun ver al dueño de aquella melodiosa voz.

Juramento de sal y limón~
Prometimos querernos los dos~

Apresuro sus pasos, logrando escuchar mejor aquella canción, estaba seguro de que se trataba del chileno, dio la vuelta en el árbol, pero no había rastro de el hasta que sintió que alguien le tocaba el hombro haciendo que girara.

Te he echado de menos~
Todo este tiempo~
He pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar~

Ahí estaba frente suyo aquella nación que lo hacía suspirar y sonreír cada día, se mantenía quieto pensando que era parte solo de su deseo de tenerlo hoy.

Te he echado de menos~
He soñado el momento~
De verte aquí, a mi lado, dejándote llevar~

Chile estiro sus brazos invitando al ruso a que se unieran en un abrazo y así lo hizo, lo abrazo por la cintura apegándolo a él, al punto de hacer que despegara sus pies del suelo por lo que el chileno se aferraba mas a su cuello -¿Qué haces aquí?-

-jsjsj sorpresa amor~-

-Yo... dijiste que no podías venir por trabajo-

-No dije eso... dije no puedo viajar contigo- el ruso se quedó pensando, frunciendo un poco el ceño haciendo reír mas al latino -es lo mismo-