Imposible volver amar ¿Verdad?

XCII

La boda se llevaría a cabo en menos de una semana por lo que sería más bien una ceremonia privada con solo algunos invitados. Pero esto no les podría importar menos a los hermanos del ruso quienes seguían aun confundidos ante el repentino cambio de planes de parte de Rusia, pero más molestos al no obtener respuestas de parte de este. Uno en uno iba llegando aquel territorio reuniéndose en un punto especifico del aeropuerto, entre saludos podían apreciar las expresiones de preocupación por la repentina desaparición del ruso, pero sobre todo no podían dejar de preguntarse que estaba sucediendo.

-No encuentro lógica a todo esto ¿que planea Rusia? -

-Se volvió completamente loco, eso paso- ya se encontraban todos reunidos en el aeropuerto intentando descifrar aquella inesperada invitación.

-Uzbekistán ¿no habías dicho que estaba con Chile? -

-Así era, al menos en la última videollamada que hice estaba con Chile y las niñas-

-¿Conseguiste comunicarte Turkmenistán?-

-No, este imbécil no responde ni el teléfono de su casa, no creo que nos esté ignorando a propósito ¿o sí? -

-¿Chicos?- estos voltearon topándose con el alemán, se miraron entre si como si estuvieran teniendo la misma idea, se abalanzaron sobre el germano quien no tuvo oportunidad de esquivarlos.

-¡Tu! ¡tu debes saber que tontería está haciendo Rusia! -

-¿Qué? yo no sé nada-

-Claro que si... por favor, Alemania, ustedes son amigos te enteraste primero de su infidelidad-

-¡Les juro no sé nada, no ha respondido ninguna de mis llamadas o mensajes por eso estoy aquí! - estaba nervioso de tenerlos a todos gritando a la vez, al parecer no había sido el único sorprendido por la repentina noticia.

-Quizás Chile sabe lo llamare-

-No por favor no lo hagan- se acomodó la ropa mientras lo observaban -porque-

-Porque yo hice esa estupidez apenas recibí la invitación

-Y que dijo

-Que los dejo sin decir nada y que por favor no lo volviera a llamar si se trataba de él... claro no con esas palabras precisamente, además estaba llorando cuando le hable- bajo su vista apenado, no lo había hecho con mala intención, pero la noticia lo desconcertó y también lo hizo sentirse un tanto traicionado ya que era todo lo contrario a lo que Rusia le dijo cuando decidió apoyarlo en recuperar a Chile.

-Chicos mejor vamos a su casa y conversemos con él y dejemos tranquilo a Chile... ale vienes con nosotros? - este asintió quería saber tanto como ellos que estaba pasando por la cabeza del ruso para cometer tal locura.

Corea del Norte no dejaba de admirarse frente al espejo, se encontraba probándose su vestido de boda, usaría un tradicional hanbok, era blanco con bordados en dorado por todo el vestido, era el más adecuado debido al estado de su embarazo y porque era lo que se usaba en las bodas en su territorio. Al contrario del ruso ella estaba feliz por como estaban resultando las cosas, el que permaneciera sonriendo de esta manera asustaba incluso a las personas a su cargo que con temor de cometer algún error realizaban los últimos ajustes al vestido -estoy segura de que rusia no resistirá al verme así jaja

-Sin duda te ves hermosa y más cuando decides sonreír... hermana- se giró de manera abrupta, en la puerta se encontraba su hermano y en lugar de estar feliz con su presencia, su expresión demostraba disgusto.

-¿Qué haces aquí? -

-¿De verdad crees que me iba a perder la boda de mi preciada hermana? Si me sentí ofendido por no recibir una invitación y a cambio tener que enterarme por las noticias, pero como no soy rencoroso vine igual-