—Desde que somos unos bebés empezamos a desarrollar nuestros miedos. — La voz tan pacífica que estoy escuchando no me permite abrir los ojos. Solo quiero seguir escuchándola y seguir durmiendo.—Los miedos, algo que todos tenemos. Y es muy normal tenerlos — Continuó la voz—. Podemos desarrollarlos al ver una película, leer un libro, etc. No sabemos como se llegarán a desarrollar esos miedos, lo que sí sabemos es que están allí desde pequeños. Y que en algún momento de nuestra vida nos ayudarán.
Como fortaleza, así lo ven muchas personas. Piensan que sus miedos son la fortaleza más grande que tienen. Y yo opino igual. Pero a veces, creo que hay que dejar ir algunos miedos para que podamos continuar.
—Mi padre me dijo una vez que si le temía a algo, lo hiciera, eso me ayudaría a vencer esos miedos y continuar. Jamás había hecho caso a esas palabras, hasta que tuve que dejar atrás a cada uno de mis miedos para poder amarla.
Supe que y quien era la persona que estaba leyendo cuando escuché lo último. Y unos segundos después lo terminé de confirmar. La voz tan cálida y tranquila siguió leyendo, la voz de mi amiga llega a sonar tan pacífica que podría seguir durmiendo escuchando su voz.
—Math —exclamó alguien a mi lado moviendo mis hombros mientras hablaba—. Math, Mathew, Matito, Matote, ¡Math!
Ella está saltando en mi lado derecho de la cama. Subí la sábana hasta mi cabeza tratando de que se fuera. Y por ella me refiero a la niña que jamás se me despegó desde hace nueve años. Le llaman mi mejor amiga pero es como mi hermana.
La verdad lo último que deseo en este momento es pararme de mi hermosa y cómoda cama. Maldito el día que decidí abrir ese correo. Pude haberlo dejado en spam, pero don Mathew tenía curiosidad. Por algo la curiosidad mató al gato, es algo que debo aprender.
Lau siguió moviéndome.
—Ya, ya estoy despierto Lau.
Abrí solo un ojo para verla mejor, su cabello rubio está amarrado en una coleta alta. La cual se hace de arriba hacia abajo por sus saltos.
—Es hoy, es hoy Math —dijo mientras daba saltitos de felicidad encima de mi cama—. Hoy por fin podré demostrarle a mi padre que puedo ser una buena doctora.
Me recordó tanto a la película del ratoncito.
Ojalá fuera así de tierna todos lo días, o cuando se enoja, en esos momento si da verdadero miedo.
Tenía abierto sólo uno de mis ojos pero al ver que casi se caía de la cama por estar saltando abrí los dos y me pare demasiado rápido para evitarlo, sentí que hasta me mareé. Tomé su brazo evitando que cayera de la cama. Laura cayó sentada en la cama, respiró asustada. Me quitó el sueño del susto. Mi mirada no se apartó de ella. Cerró la libreta que estaba leyendo y la dejó en la mesita de noche.
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Hasta el último latido [trilogía latidos #1]
RomanceLos miedos nos ayudan y nos perjudican a la vez. Debemos vencerlos, y aprender a vivir con ellos. Math debe saber cómo hacerlo. Mientras lo intenta, enfrenta un nuevo miedo. Sin darse cuenta, poco a poco ese miedo se convierte en realidad. BORRAD...