Lunes, otro día mas. Bueno el final de otro día más. Papá, Lau, Lucas y yo estamos jugando en la sala de estar en mi casa. La tensión se siente en el ambiente.
Cada lunes y viernes nos juntamos a comer, ver películas o jugar. Nos sirve para terminar y empezar de buena manera la semana.
-¡Uno! -gritó Lau.
-Dios, tengo que cambiar de color -habló mi papá.
Papá se arremango las mangas de la camisa hasta los codos.
-Tú puedes papá -animé.
Lucas tiró, llegó mi turno y luego el de papá, quien logró cambiar de color.
Era el turno de Lau, todos estsmos muy nerviosos. Ella siempre gana. Es una experta en estos juegos.Mire a Lucas y él a mí, luego vimos a papá. Los tres vimos a Lau. Una pequeña sonrisa malévola empezó a aparecer en su rostro.
-Gane -dijo mientras ponía su +4.
-¡No! -grito papá.
Empecé a reírme a carcajadas. Lucas suspiró y dejó caer sus cartas.
-Nadie puede ganarle a Lau -comenté yo.
Los tres nos vimos y gritamos.
-¡Lau la reina del uno! -gritamos al mismo tiempo.
Ella empezó a reírse mientras modelaba.
Lau y yo jugamos uno desde hace muchísimo tiempo, y desde ese momento nadie ha podido ganarle. Recuerdo, aprendimos a jugarlo en un campamento cuando éramos niños. Nuestros padres acostumbraban a enviarnos a esos campamentos para hacer amigos, pero todos nos caían mal.
Pero todo cambió un año cuando una chica nueva entró y nos enseñó a jugar uno. Una chica de la cual, admito con toda sinceridad, me enamoré. Fue la primera chica que me gustó. Lau me molestó con ella por semanas.
Recuerdo muy bien cuando nos enseñó. Éramos muy tontos par entenderlo.
-Entonces ¿para qué sirve esta? -levante mi mano mostrando la carta.
-Esa es para que le den dos cartas más a la otra persona.
-¿Y está? -preguntó Lau.
-Con esta le suman 4 cartas a la otra persona.
-Pero ¿por qué se le suman?
-Porque...porque así es el juego -dijo irritada la niña de cabello castaño, llevaba un gorro de los mininos que hacía que este se escondiera. -. Ahora ¿podemos jugar?
Lau y yo nos volteamos a ver por unos segundos.
Sonreímos y asentimos frenéticamente.
Desde ese momento, y cuando aprendió a jugar bien, Lau nos ha ganado a todos.
No hay partida que no pierda
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Hasta el último latido [trilogía latidos #1]
Roman d'amourLos miedos nos ayudan y nos perjudican a la vez. Debemos vencerlos, y aprender a vivir con ellos. Math debe saber cómo hacerlo. Mientras lo intenta, enfrenta un nuevo miedo. Sin darse cuenta, poco a poco ese miedo se convierte en realidad. BORRAD...