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El día que terminé con Helen llegué a pensar que terminaríamos en buenos términos. No tendría que alejarme por completo de ella. Llegué a pensar que la tortura de no tenerla se me haría más fácil. Pensé que ella me pediría perdón, admitiría su error y juntos solucionaríamos todos los problemas que tuvimos. Que tontería.

La verdad es que fue todo lo contrario.

No he ido al hospital desde ese día, han paso cuatro días desde la última vez que la vi. Anoche no pude dormir, pasé todo la noche viendo el techo de mi habitación pensando. Pensando en ella. Traté de ver las cosas desde su perspectiva pero, por más que lo intenté no encontré una razón lógica del porqué me mintió y me dañó. Solo encontraba razones egoístas, y cada vez más dolorosas.

La alarma empezó a sonar, la apagué y suspiré. No he dormido nada. Pasé mis manos por mi rostro. Me puse de pie y me dirigí al baño.

Debo ir al hospital, no puedo faltar. Y se que correré el riego de ver a Helen de nuevo, pero la verdad es que necesito hacerlo. Necesito verla al menos una última vez.

Salí del baño y me arreglé. Dos toques a la puerta me hicieron volver a la realidad.

—Math, buenos días —saludó papá abriendo la puerta.

—Buenos días papá.

Me vio intrigado.

—¿Está todo bien?

Apreté mis labios y asentí.

—Súper bien, no te preocupes.

Asintió.

No sé creyó ni una pizca de lo que dije. Pero se que me darái tiempo para que cuando esté listo le cuente todo.

—Quiero hablar contigo sobre algo.

Se sentó en mi cama y yo me senté junto a él.

—¿Qué pasa?

—Tu abuelo quiere verte y conocerte mejor. Si tú quieres puedes hacerlo, yo no puedo impedirte eso.

Mi abuelo. Se siente muy raro saber que tengo uno cuando pase casi todo mi vida creyendo que no tengo uno. Y la verdad es que si me encantaría conocerlo mejor.

—Me gustaría hablar más con él papá.

Asintió y luego me sonrió.

—Entonces hablaré con él para que se pongan de acuerdo ¿está bien?

Asentí.

Se puso de pie y empezó a caminar. Abrió la puerta y antes de salir volvió a hablar.

—Math, no sé qué te pasó, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Y además, hijo, todo pasará.

Hasta el último latido  [trilogía latidos #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora