Hasta el último latido [trilogía latidos #1]

3. Una Nueva Amiga

—Ni loco Lau.

Estamos alejados de la recepción. Me cruce de brazos y le di la espalda.

Estaba leyendo tranquilamente las hojas y gran sorpresa me lleve al enterarme que mi función sería vestirme de payaso.

Lau me está rogando. Ambos sabemos que lo parare haciendo si ella me lo pide. Y de hecho, me empezó a convencer desde que me hizo ojitos tiernos.

Caminó hasta estar frente a mí. Junto sus manos a la altura de su pecho, hizo un puchero y empezó a rogar.

—Por favor, haré lo que quieras, te compraré lo que quieras Math pero ayúdame porfi.

Si cara me está matando. Debo mantener la cordura si no lo hago caeré en los encantos de mi amiga.

Pero lo que acaba de decir llama demasiado mi atención. Ya que, si payaso ya soy.  Veamos, ¿Qué necesito ahora? Mmm, bingo. Volví la vista a mi amiga y sonreí.

—Ok, quiero una hamburguesa tengo hambre.

Abrió sus ojos sorprendida. Dio un aplauso y juntos sus manos en su boca ocultando su gran sonrisa. Empezó a dar saltitos de alegría. Las personas la miraban un poco raro. Se acercó a mí y dio un beso en mi mejilla.

Subí mis manos a sus hombros calmándola.

Sus ojos brillan de tanta emoción.

—Ay, te amo, te compraré muchas hamburguesas cada vez que quieras —exclamó mientras daba otro saltito de felicidad.

Sonreí. Ella es mi hermana, estoy dispuesto a sacrificar mucho por ella.

Además ella está feliz con lo que hará, ayudará a las enfermeras con la comida y medicamentos de cada paciente. Un trabajo muy importante.

Y luego estoy yo. Y no es que no me guste hacer feliz a los demás, solo que yo no soy el indicado para hacer reír si yo no puedo hacerlo tampoco.

—Laura, ven conmigo —le llamó una enfermera.

Asintió.

—Te veo luego, Math.

Levanté mi mano despidiéndome.

—Bye.

La enfermera dijo que podíamos empezar desde hoy, así que debo ir a cambiarme y a buscar el lugar. Caminé hasta subir al elevador.

Tararee la canción que escuché esta mañana en la radio. Presione el botón del piso al que voy. Moví mi cabeza de un lado a otro acompañando mi tarareo. Baje del elevador cuando esté paro.