4. Metiche

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Helen se fue hace unos diez minutos cuando alguien la llamó

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Helen se fue hace unos diez minutos cuando alguien la llamó. Me mostró bastante del hospital. Me dijo que donde me arreglaré de ahora en adelante, es en el mismo piso donde ella duerme. Así que la veré muy seguido.

Y eso me da felicidad.

Caminé arreglando la nariz de mi disfraz, es un poco incómoda. Me cuesta un poco hasta respirar con esto. Tendré que comprar otros disfraces, si no lo hago moriré pronto.

El salón donde juego con los niños está en el siguiente piso. Suspiré, debo subir otro piso. Ha este paso caeré muerto del cansancio.

Caminé hacia el elevador. Pase por en frente de una habitación, regresé unos pasos atrás cuando vi que Helen estaba allí.

Esta parada frente a la ventana, está seria. Llevo dos días viéndola y es la primera vez que la veo sin su sonrisa. Levanté mi mano para poder saludarla y hablarle. Una voz interrumpió mi cometido.

-Entonces ¿No está respondiendo? -preguntó alguien.

Una mujer. En su voz se escucha preocupación. Helen no se giro en ningún momento. Puedo percibir hasta aquí su tristeza.

-No señora, el cuerpo de Helen dejó de responder a los medicamentos los últimos meses. A este paso necesitaremos con más urgencia el trasplante de pulmones.

¿Trasplante de pulmones?

La señora, que parece una doctora, le esta diciendo algo. Pero yo no pude escuchar porque alguien me habló. O bueno, me gritó.

-Hola Math -grito alguien a mi lado, asustándome.

Di un salto del susto que me dio. Me giré, me aparte de la puerta de inmediato.

-Hola Babi.

Dios, que nervios. Hasta yo siento que mis nervios están en el aire. Babi sonrió y se acercó a mí. Vi como una chica pelirroja reía detrás de ella antes de cerrar su puerta.

-¿De camino para ir con los niños?

Levantó sus cejas con una sonrisa. Ella sabía lo que estaba haciendo pero aparece que disfruta ver mi sufrimiento.

Asentí.

Todo quedó silencio. Rayos, todo está en silencio. Me descubrieron. ¿Qué hago? Ya me di cuenta que no sirvo ni para esto.

Volteé un poquito mi cabeza solo para saber si seguían allí, pero al hacerlo me encontré con las tres fuera de la habitación. Di un saltito del susto y me acerqué más a Babi, buscando refugio.

Hasta el último latido  [trilogía latidos #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora