Jayden
—Tu cara está en todos lados —me dice Lexie, cuando se sienta enfrente mía.
Desde hace un par de años Lexie, Chris y yo tenemos una tradición, que consiste básicamente en desayunar todos los sábados juntos. Chris se lo salta a veces, pero Lexie y yo somos fieles a nuestra promesa.
—Sí, junto a la de Evelyn —digo, dándole un trago a mi café.
Por un momento he pensado que Lexie no iba a aparecer, porque ya han pasado quince minutos desde que habíamos quedado y ella nunca es de retrasarse. Así que es por eso por lo que yo ya he pedido cuando ella llega.
Antes de volcarnos en nuestra conversación ella va a la barra y vuelve con un café bien caliente.
—¿Ese policía ha vuelto a visitaros?
—No, pero espero que haya comprado también la revista y haya visto nuestro no-beso.
Lexie vuelve a mirar la imagen después de escuchar la palabra no-beso y frunce el ceño más y más conforme van pasando los segundos.
—¿No os estáis besando?
Niego con la cabeza.
—Ahí más bien me estaba amenazando para que no la besara.
Lexie sonríe satisfecha cuando me escucha decir eso.
—Me cae bien.
—¿Porque me rechaza?
—Efectivamente.
—¡Se supone que eres mi amiga!
Ella se encoge de brazos mientras lee el titular que han puesto a nuestra imagen. Luego abre la revista y las primeras páginas están llenas de fotos de Evelyn sobre las olas. No tardo en reconocerlas como las fotos que hizo el chico que había a mi lado.
Si algún día me caso, me encargaré de que él sea quien haga las fotos.
—Es realmente guapa —dice mi amiga, admirándola.
—Claro que lo es —digo, inconscientemente.
—Suenas como un moñas, Jay.
Es mi momento de encogerme de hombros. Porque la realidad es que no conozco a esta chica lo suficiente para sentir algo por ella, pero tiene algo lo suficientemente adictivo que me hace querer estar con ella el máximo tiempo posible.
—No me cierro a nada, ¿sabes? Que pase lo que tenga que pasar.
—Chin chin a eso —me dice mi amiga, chocando su café con el mío.
Y por mucho que me gustaría que Evelyn pensara como yo, sé que no lo hace. Que para ella no va a ser tan fácil como simplemente dejarse llevar.
Evelyn
No exagero cuando digo que llevo una maleta llena de conjuntos y maquillaje por mitad de un camino lleno de arena y piedras. Quien en algún momento de su vida nos dijo a Steve y a mí que mudarnos a casas perdidas en mitad de la nada era una buena idea, ahora tiene que estar riéndose en su dúplex de lujo.
Hace casi una semana desde la competición, y también hace casi una semana que no he visto a Jayden. Por lo que me ha dicho está muy estresando, buscando quienes serán los protagonistas de su thriller.
Lo que hace que piense en el inspector Dickens, quien nos dijo que iba a estar muy pendiente de nosotros, pero que no ha vuelto a dar señales de vida desde aquel entonces.
ESTÁS LEYENDO
La caída de las estrellas
Romance«El asesinato que lo cambió todo.» - Evelyn y Jayden pertenecen al mismo mundo: al de la fama. Sin embargo, no tienen nada que ver el uno con el otro. O por lo menos no lo tenían hasta que estar en la fiesta equivocada, en el momento equivocado y co...