La caída de las estrellas

·24· La decisión de Lexie.

Jayden

De un momento a otro todo se viene abajo.

Lexie rompe a llorar en cuanto Chris hace contacto visual con ella y dice su nombre. Intento hacer contacto visual con ella, pero no deja de mirarlo a él. Creo que en su mente hemos desaparecido todos menos Chris.

Él, por su parte, sigue cogido de la mano de mi hermana mientras mira a Lexie de esa forma en la que mira un hermano mayor al pequeño después de enterarse que alguien le ha hecho daño.

El problema aquí es que quién le ha hecho daño a la persona que más quiere en este mundo ha sido él mismo. Otra vez.

Los humanos somos así, supongo. Solemos actuar de una forma de la cual luego, cuando las consecuencias son inevitables, acabamos arrepintiéndonos.

—Lex —repite, soltando la mano de mi hermana, y esta vez hablando más firme.

Ninguno de los tres restantes deberíamos estar presenciando este momento, de hecho. Ni siquiera mi hermana, a pesar de que hace apenas unos minutos le estaba metiendo la lengua hasta la campanilla a mi mejor amigo.

Mi hermana y mi mejor amigo. Uf.

—Eres... —Lexie ni siquiera es capaz de hablar. Sus lágrimas caen como si se hubiera abierto un grifo y la palanca estuviera tan dura que fuera imposible volver a cerrarlo.

Más que dolor, creo que está sintiendo traición.

—Quería hablar contigo —asegura, dando unos cuantos pasos vacilantes hacia ella—. Esto que ha pasado... tú no merecías enterarte así.

Lexie, por primera vez, desvía la vista de Chris y la clava en Grace. Mi hermana no tiene mucha mejor cara que la de ellos dos.

Todos los O'Conner sabemos la historia que ha habido ente Lexie y Chris desde el día que se conocieron. Sin ir más lejos, mi madre ha hablado muchísimas veces con ambos por separado en busca de ofrecerles algo de ayuda con sus sentimientos.

Incluso Grace alguna que otra vez ha aconsejado a los dos y ha hecho bromas en las comidas familiares sobre su relación.

Una vez más, supongo que las cosas cambian.

—Está bien —le murmura a mi hermana, y cuando se da cuenta que lo ha dicho tan bajito que posiblemente solo lo haya escuchado yo, porque estoy a su lado, vuelve a repetirlo—. Está bien.

No mira a Chris cuando se seca las lágrimas, ni siquiera cuando pasa por su lado y sigue el camino hasta la casa de mis padres. A pesar de que él no le quita el ojo de encima en ningún momento.

—Lexie, joder... —y por como lo dice, sé que está tan abatido como ella.

Pero Lexie no se gira, ni siquiera se para. Sigue andando como si esto no acabara de pasar, con la cabeza bien alta y con la maleta arrastras. O por lo menos eso hace hasta que llega a dónde está mi hermana, que intenta mantenerse tranquila. Lexie se queda quita a su lado, después le da un apretón en el hombro y asiente sutilmente con la cabeza.

—Está bien —repite y está vez no sé si a ella misma o a mi hermana. Sea como sea, supongo que a ambas les hace efecto.

—Lex... —mi hermana habla por primera vez, y su tono no es mucho mejor que el de los otros dos.

—Está bien.

Y así sin más, Lexie se rodea de un escudo bajo el mantra «está bien», y sigue andando hasta llegar a las escaleras de mi casa, por las que desaparece segundos después.

Evelyn

De todas las bienvenidas que me esperaba esta, sin duda, es la más inesperada.