Lexie
—¿Tienes una cita? —es lo primero que escucho cuando me despierto. La voz es de Chris, como no. Supongo que se lo está preguntando a Jayden, ya que ayer traspasamos la fiesta a su casa.
Se nos fue de las manos la celebración de que se ha mudado a un piso él solo. Bueno, aunque no hubiéramos estado celebrando eso, se nos habría ido de las manos igualmente.
Salir los tres juntos implica que Chris y yo tenemos malas ideas tras malas ideas y que Jayden acaba aceptando hacerlas después de intentar adoptar un papel más serio.
Me incorporo en el sofá, porque por alguna extraña razón Jayden y Chris acabaron durmiendo en la cama abrazados el uno al otro como si fueran lo único que existe en el mundo. Teniendo en cuenta lo grandes que son ambos y lo mucho que ocupan, no me quedó otra que dormirme aquí.
Es verdad que en más de una ocasión hemos dormido los tres juntos, pero me sabía mal romper un momento tan bonito como ese. Además, seguro que han tenido en despertar bastante gracioso al darse cuenta de que a quien abrazan es al otro.
Eso, o que estaba demasiado caliente y borracha como para proponer cosas que no me apetece volver a vivir. Por lo menos con Jayden. Suficiente con haber tenido una vez experiencias sexuales con él. Aunque con Chris... bueno, con él otro gallo canta.
—Vas a despertar a Lexie —le regaña Jay, que siempre es el más atento de todos nosotros.
—Tarde —intervengo.
Ambos asoman su cabeza por encima del sofá.
Mira que tenían sitios para tener una conversación sin molestarme, pero no. Ellos se han tenido que poner al lado del sofá a hablar. Como si Chris supiera hablar sin gritar.
—Jayden tiene una cita —me dice Chris.
Rodea el sofá y se sienta a mi lado. Como puedo, me quito las legañas con las manos y me hago una coleta mal hecha.
Chris me mira, esperando a que diga algo. Jayden resopla y se va a la cocina murmurando vete tú a saber qué.
—¿Una cita? —pregunto, un poco desubicada.
—¡Nos abandona el día de San Valentín!
Me levanto del sofá.
Chris no me da mucha tregua, porque me persigue hasta la cocina, donde me encuentro a Jayden preparando tres tazas de café. Cojo una en cuanto termina de servir y me la llevo a la boca, ignorando las quejas del rubio.
—¿Tienes una cita? —le pregunto a Jayden. Está sentado en el taburete de enfrente y nos mira a Chris y a mí con una mezcla de desesperación y diversión.
—¡La tiene! —exclama Chris.
Si todas las personas con las que se acuesta supieran lo pesado que es en su día a día, la mitad ni se lo pensarían antes de huir... Por suerte o por desgracia, yo soy una de esas personas.
—Sí —acaba diciendo Jay, un poco rojo—. Se llama Teguise. La conocí...
Miro de reojo a Chris, que tiene una ceja levantada y no puede evitar interrumpirlo.
—¿Cómo? ¿Eso es un nombre? Me refiero, suena al típico que te pondrías de usuario en una página... —le doy un codazo antes de que pueda seguir.
—Cállate pesado.
—¡Pero es verdad! —intenta defenderse.
—La única verdad es que él tiene una cita en San Valentín con una chica. ¿Qué más da como se llame? —le lanzo una mirada amenazadora, haciéndole ver que como siga con la broma voy a enfadarme.
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La caída de las estrellas
Romance«El asesinato que lo cambió todo.» - Evelyn y Jayden pertenecen al mismo mundo: al de la fama. Sin embargo, no tienen nada que ver el uno con el otro. O por lo menos no lo tenían hasta que estar en la fiesta equivocada, en el momento equivocado y co...