- ¿Dónde naciste?-
Comenzó a latirle un músculo en la mandíbula, y sus ojos se oscurecieron de forma siniestra. Cualquiera que hubiese sido el lugar de su nacimiento, no parecía agradarle demasiado.
- Muy bien, soy medio griego; pero no estoy orgulloso de esa parte de mi herencia.-
Bien; un tema espinoso. De ahora en adelante, borraría la palabra «griego» de su vocabulario.
- Volviendo al asunto de la lencería - dijo Soledad -debo decir que allí hay una roja que creo que le quedaría genial-
- ¡Soledad! - le gritó Lucia
Su amiga la ignoró y condujo a Alejandro al estante donde estaba colgada la lencería de color rojo. Soledad cogió un picardías de color rojo brillante abierto por la parte delantera, y sujeto por un pequeño cordoncillo que se anudaba justo bajo el pecho. Los tirantes eran minúsculos. Unas braguitas y un liguero de encaje del mismo tono completaban el conjunto.
- ¿Qué estás pensando? - le preguntó Lucía mientras Soledad sostenía la prenda frente a Alejandro.
Él la miró de forma especulativa.
Si continuaban con ese jueguecito, acabaría muerta de vergüenza.
-¿Quieren dejar ya eso? - les preguntó- No pienso ponérmelo-
-De todas formas voy a comprarlo - dijo su amiga con voz resuelta
-Estoy prácticamente segura de que Alejandro es capaz de convencerte para que te lo pongas-
Él la miró divertido.
- Preferiría convencerla para que se lo quitara-
Lucia se cubrió la cara con las manos y gimió.
- Acabará animándose - le contestó Soledad con un gesto conspirador.
- No lo haré - le dijo Lucía, aún oculta tras las manos.
- Sí lo harás - dijo Alejandro dejando zanjado el tema, mientras Soledad pagaba la negligé roja.
Usó un tono tan arrogante y confiado, que Lucia imaginó que no estaba acostumbrado a que le desafiaran.
- ¿Te has equivocado alguna vez? - le preguntó.
La diversión desapareció de su rostro, y de nuevo ocultó sus sentimientos tras una especie de velo. Esa mirada escondía algo, estaba segura. Algo muy doloroso, teniendo en cuenta la repentina tensión de su cuerpo.
No volvió a pronunciar una sola palabra hasta que Soledad regresó y le dio la bolsa.
- Vaya - comentó -, se me ocurre que podrían poner unas velas, una música tranquila y...-
- Soledad - la interrumpió Lucia
-Te agradezco mucho lo que intentas hacer, pero en lugar de hablar de mí, ¿podemos ocuparnos de Alejandro?-
Soledad lo miró de reojo.
- Claro, ¿le pasa algo?-
- ¿Sabes cómo sacarlo del libro? De forma permanente, quiero decir-
- Ni idea - contestó y se dirigió a Alejandro -. ¿Tú sabes algo al respecto?-
- No he dejado de repetírselo: es imposible-
Soledad asintió con la cabeza.
- Es muy testaruda. Nunca presta atención a lo que se le dice, a menos que sea lo que ella quiere oír-
- Testaruda o no - añadió Lucía dirigiéndose a Alejandro -no puedo imaginar una sola razón por la cual querrías permanecer encerrado en un libro-
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The god of sex 🔥 [Adaptación LUCIALEX]
FanfictionEsta historia no es mía, todos los créditos a su increíble autor o autora 🤍 Una Antigua Leyenda Griega Poseedor de una fuerza suprema y de un valor sin parangón, fue bendecido por los dioses, amado por los mortales y deseado por todas las mujeres q...