Capítulo 36

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Alejandro miró a Lucía, que estaba a unos metros de distancia, y ella le sonrió.

- Estoy segura de que él lo sabe-

- ¿Puede arreglar mi muñeca? - le pidió Katie, ofreciéndosela.

Alejandro soltó a Katie y cogió la muñeca. Le puso el brazo en su sitio y se la devolvió.

- Gracias - le dijo Katie mientras se arrojaba a su cuello y le daba un fuerte abrazo.

El anhelo que reflejó el rostro de Alejandro hizo que a Lucía le diera un pinchazo el corazón. Sabía que en ese momento, él estaba viendo la cara de su propia hija al mirar a Katie.

- De nada, pequeña - le contestó con voz ronca, alejándose de ella.

- ¿Katie, Tommy, Bobby? ¿Qué están haciendo ahí?-

Lucía alzó la mirada mientras su vecina rodeaba la casa.

- No estaban molestando a la señorita Lucía , ¿verdad?-

- No, para nada - le respondió Lucía.

Emily no pareció escucharla porque siguió regañando a los niños.

- ¿Y qué está haciendo Katie aquí? Se suponía que debía estar en el patio trasero-

- ¡Oye mamá! - gritó Bobby acercándose a ella a la carrera

-¿Sabes jugar a Parcelon? El señor Alejandro nos ha enseñado-

Lucía se rio a carcajadas mientras los cinco regresaban al jardín delantero, con Bobby hablando sin parar. Alejandro tenía los ojos cerrados y parecía estar saboreando el sonido de las voces infantiles.

- Eres todo un cuenta cuentos - le dijo Lucía cuando se le acercó.

- No creas-

- En serio - le contestó ella con énfasis -

-¿Sabes? Me has hecho pensar. Bobby tiene razón, serías un maestro estupendo-

Alejandro le sonrió satisfecho.

- De general a maestro. ¿Por qué no cambiarme el nombre al de Catón el Viejo e insultarme mientras estás en clase?-

Ella se rio.

- No estás tan ofendido como quieres hacerme creer

- ¿Y cómo lo sabes?-

- Por la expresión de tu rostro, y por la luz que hay en tus ojos - le cogió el brazo y lo llevó de vuelta al porche

-Deberías pensar seriamente en esa posibilidad. Soledad consiguió su licenciatura en Tulane y conoce a mucha gente allí. ¿Quién mejor para enseñar Historia Antigua que alguien que la conoció de primera mano?-

No le contestó. En lugar de eso, Lucía notó cómo movía los pies, descalzos, sobre la tierra.

- ¿Qué estás haciendo? - le preguntó.

- Disfrutando de la sensación de la hierba - respondió él con un susurro -Las hojas me hacen coquillas en los dedos-

Ella sonrió ante lo infantil de su actitud.

- ¿Para eso saliste?-

Él asintió.

- Me encanta sentir el sol en la cara-

Lucía sabía, en el fondo de su corazón, que había podido disfrutarlo en contadas ocasiones.

- Vamos, prepararemos unos cuencos de cereales y comeremos en el porche-

The god of sex 🔥  [Adaptación LUCIALEX]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora