Alumno 201 - YoonMin

1 - Alumno 201

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Estaba tranquilo viendo videos en la laptop. Lamentablemente la institución controlaba lo que veías por lo que Taehyung no podía ingresar a páginas más pervertidas.

Estaba aburrido viendo cómo dos personas creaban un nuevo individuo, no gente, no es lo que piensan.

Para Tae sería fascinante verlo con personas reales y no en animación, lo mismo pasaba con YoonGi que estaba a su lado.

Ambos bostezaron ante la clase de anatomía.

- Deberían ser más realistas con estás cosas. - Decia Yoon. - Todos somos hombres, un vídeo de un varón follandose a una mujer no nos va a matar. - Suspiró cerrando la laptop.

- Regla número cinco. - Dijo Tae. - No ser maleducado. - Se colocó su zapatos y dirigía a la puerta.

Ambos compartían habitación.

- Cállate idiota, ¿Me vas a delatar? - Veía a su amigo.

- No, per.. - Abrió la puerta interrumpiendose asi mismo. - ... Te lo recordaba. - Vio al director en el marco de la puerta. - Hola profesor Kim. - Se inclinó haciendo una reverencia.

El director Kim NamJoon era un joven apuesto de veinticinco años, el más antiguo de los estudiantes que decidió quedarse en la institución con el objetivo de ser el próximo director, y si, si lo había logrado.

Ahora, el estaba parado frente a Tae con un semblante serio y a su lado un pequeño azabache muy lindo y tierno que jugueteaba con sus dedos nervioso.

- Voy a pasar, abra la puerta Kim Taehyung. - Habló serio.

YoonGi que estaba adentro acostado sin hacer nada, miró al director y le sonrió. - ¿Que? - Le dijo.

Nam rodó los ojos ingresando. - Levántate, este es Park Jimin. - Presentó al azabache a su lado.

Min quedó helado ante la bonita forma que tenía el trasero de Jimin, sus labios, ojos, nariz, manitas, esas piernas.. oh santos cielos, YoonGi estaba teniendo una erección de inmediata al solo pensar en que cosas podría hacerle a ese pequeño niño.

- Es el doscientos uno, por tanto, todas las habitaciones están ocupadas. Está es la más grande que hay de entre todas, se quedara con ustedes. ¿Alguna objeción ciento uno y cien? - El número de Tae y YoonGi.

- ¡Con gusto lo aceptaremos! - YoonGi Exclamó tapándose su parte baja.

- Si profesor, podemos hacerle una pequeña camit.. - Fue interrumpido.

- Debe dormir en una de sus camas. - Suspiro Nam. - Aunque sea, intercalen, ¿Si? - Le entrego la maleta a Jimin, que por estatura era demasiado pequeño. Casi estatura de una mujer. - Suerte Jimin.

- Gra..gracias profesor. - El azabache vio al profesor salir y vio a los dos chicos que tenía frente. - Soy el alumno doscientos uno. - Trago saliva. - Park Jimin.

- Si.. y una diferencia de cien números nos separa. - Río Tae. - Bueno, duerme con YoonGi, ya que viene primero, el es el número cien. - Lo señaló. - Y yo ciento uno, Kim Taehyung que se iba al salón de instrumentos para su nuevo exámen. - Habló. - ¡YoonGi nos vemos en una hora!, Bye. - Y salió cerrando con fuerza la puerta.

El castaño y azabache se miraron, YoonGi analizándolo con la mirada, pues, que bonitos muslos poseía el niño.

- Hey Jimin. - Lo veía con picardía y Jimin estaba nervioso.

Jugueteaba con sus dedos mirando hacía el suelo sin saber que hacer o que venía después.

- ¿No estás interesado en tener sexo conmigo? - YoonGi se levantó haciendo ver su erección en la entrepierna.

El azabache solo tragó saliva, ¿A qué se refería con 'sexo'?, ¿Acaso estaba loco?, ¿O había escuchado mal?

Daba igual, Jimin estaba sonrojado hasta las mejillas por una pregunta tan vulgar y por la vista que la entrepierna de YoonGi regalaba.

Sintió como la mano de YoonGi se acercaba a su mentón para levantar su rostro y cuando Jimin iba a encararlo, los labios del contrario ya se encontraban en el.

Las manos pálidas pasando por su cintura, y la juguetona lengua lamiendo sus labios.

Jimin no sabía lo que pasaba, estaba desconcertado, era su primer día y ya estaba besando. ¡Pero no a cualquiera!, Si no, ¡A un hombre!

- A..aléjate de mí. - Dijo separando al mayor.

YoonGi ladeó su cabeza confundido retrocediendo con una sonrisa ladina en su rostro. - Que divertido, eres divertido alumno doscientos uno.

Miraba el trasero del azabache.