Alex Hernández
Una fotografía de ella se encuentra en la sala de su casa, muchas flores al redor y cuatro sirios encendidos, una cruz de madera en medio de todos aquellos arreglos florales, personas dando oración por ella, las personas más cercanas se encuentran apagadas y repitiendo al unisonó lo que la mujer mayor con un rosario en mano dice.
Una semana y dos días han pasado desde que ella...
Es 16 de Octubre 2021
Simplemente se que ella no regresara. Eso es algo que detesto saber.
La fotografía que se encuentra la he tomado yo, en ella se encuentra sonriendo y con sus mejillas ruborizadas, su cabello rizado y un tanto rebelde cae a los lados de su cara. Una sonrisa se formo en mis labios, pero al recordar mi realidad prefiero mantenerme neutro.
Siento la mano de mi madre en mi hombro y me dedica una sonrisa cálida, a la cual no me siento bien para responder, la veo salir al patio trasero con mi padre, paso mi mirada a las escaleras y me dirijo a ellas para llegar al segundo piso, camino por el pasillo y me quedo quito mirando la perilla de la puerta.
No se realmente porque estoy frente a la puerta de su habitación, probablemente sea un impulso estúpido, quizá no debería ni estar en su casa.
Antes de venir me lo pensé demasiado, tal vez sus padres no querían verme nunca, quizá me odiaban, pensé que apenas pusiera un pie en la entrada me echarían a patadas, pero no fue así, como siempre el señor Velasco me había recibido con un salud cordial y una muy pequeña sonrisa – verlo sin una sonrisa de oreja a oreja era bastante extraño, a pesar que siempre mantenía ese porte de seriedad, cuando su hija estaba presente nunca dejaba de sonreír , pero ahora ella ya no estaba- es demasiado todo esto. La madre de Clara, simplemente no estaba.
Mi mirada seguí fija en la perilla, pensé en acobardarme, pero ya era tarde, la tome y gire abriendo la puerta, entre a la habitación y observe todo, su aroma dulce y fresco aun estaba imprecando en su habitación, su escritorio estaba casi vacío, solo había algunos lápices, plumas y marcadores para libros, una agenda que jamás había visto también se encontraba también allí, las lucecitas navideñas que siempre estaban encendidas ahora no lo estaban, su closet estaba casi vacío, era una versión de su habitación bastante deprimente, mire la cama y los recursos de ese día vinieron a mi...
>Flashback<
-Permíteme hacerlo, deseo conocer que te gusta, permíteme amarte y darte placer. – murmure sobre mis labios.
Se encontraba en mi regazo, sus ojos marrones se encontraron con los míos, ese brillo de deseo y entusiasmo que se reflejaba en ellos causaron sensaciones que no entendía a la perfección, pero me gustaba. Amaba que ella me hiciera sentir de esa forma.
-Vivamos juntos este momento, Alex.
Ella pronuncio esas palabras y fue el empujón que necesitaba para probar esa nueva experiencia con ella. Besos húmedos, caricias, respiraciones pesadas, ella debajo de mi mordiendo su labio inferior y con las mejillas rojas, jadeos, gemidos, sus caderas moviéndose y dando pequeños saltos sobre mí, los risos moviéndose y otros rebeldes, su rostro relajado y con una pequeña sonrisa al llegar a orgasmo.
La tomé en mis brazos, no quería que se despegara de mi jamás, quería tenerla de esa forma siempre, necesitaba tenerla cerca, el calor de su cuerpo y sentir sus labios sobre los míos.
Me dirigí con ella al baño, encendí la luz y recorrí la puerta de cristal, entramos a la ducha y pegué mi frente a la suya dejando que el agua tibia callera por nuestros cuerpos. Disfrutando que nuestros cuerpos se rozaran.
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Amar es solo para valientes (Miedos y Secretos)
Teen FictionTenia tanto miedo, tanto mido de salir lastimada si entregaba mi corazón. Todo este tiempo siendo fuerte, enfocando mi mente en cosas mas importantes pero todo cambio cuando el llego a mi vida y puso todo mi mundo de cabeza... ¿Estaré haciendo lo c...