Amar es solo para valientes (Miedos y Secretos)

Capítulo 13 - Pequeño gran detalle

Capítulo 13

Clara Velasco

Ya habían pasado dos semanas desde mi ¿cita? ¿cena? con Alex. No habíamos tocado el tema desde ese día, algo que me alegro es que nuestros encuentros no fueron para nada incomodos, al contrario, estábamos bastante bien.

Alex y yo no hemos encontrado el tiempo para hablar sobre lo que sucedió, él estaba bastante ocupado entrenando y con sus deberes, yo con mis clases y mi proyecto del club de lectura, prácticamente ninguno a conseguido le momento para hacerlo.

Se preguntarán ¿Qué paso con Rodrigo? Pues me sorprendió bastante el lunes verlo llegar con un ojo morado, un labio partido y una sutura en la ceja, me dedico una mirada fría, examinándome de pies a cabeza, no me gusto para nada esa mirada. A lo que Matías me dijo, Roberta había hablado con su padre le explico lo sucedido y lo expulsaron de el equipo. Y vaya que fue una sorpresa enterarme de ello, ya que según las miradas que había recibido de su parte no parecía caerle nada bien, creo que me equivoque.

Noticias buenas, esta era la ultima semana de clases, ya que las vacaciones de invierno llegan, es la mejor semana, todos los exámenes, proyectos y calificaciones entregadas – que por cierto me fue bastante bien, la calificación mas baja fue un 7 en Algebra, no soy nada buena en esa asignatura – y al estar todo entregado, no tenemos nada que hacer, solo asistir para que los maestros cumplan con sus horas de clases asignadas y puedan cobrar justificadamente su sueldo.

En estos momentos me encuentro en mi habitación, Fátima que prácticamente vive ya en mi casa, solo falta que traiga sus cosas. Ella se encuentra comiendo frituras y gritándole a su teléfono al parecer alguien en el libro que esta leyendo a hecho algo que parece no agradarle para nada – Fátima te comprendo – y yo me he pasado refunfuñando ya que aun no me decido que le daré a Alex en navidad, es la próxima semana y aun no he conseguido su regalo – no tener las cosas listas es frustrante- estoy en mi escritorio y suelto otro suspiro pesado al aun no decidirme por nada.

Fátima deja su móvil a un lado y me mira con ceño fruncido.

-Niña que pesada eres ¿segura tus parientes no son los caballos? Llevas horas haciendo como uno.

Le dedico una mirada de pocos amigos, girando en la silla de mi escritorio.

-No quiero darle algo simple a Alex.

-No entiendo porque te esfuerzas tanto, solo es Alex.

Se encoge de hombros y mira nuevamente tu teléfono siguiendo con su lectura.

-No solo es Alex, es mi mejor amigo Fátima y tu sabes perfectamente que no soy de regalar cosas sin...

-Sin un valor significativo o emocional – completa ella en un tono agobiante y su mirada se dirige nuevamente a mi – pues tú lo conoces muchísimo más que yo, debería ser fácil para ti, regálale algo que le guste o dale un besito con eso se conformara.

El recuerdo de nuestro beso en la playa viene a mi memoria y mis mejillas arden.

Sus manos acariciando mi cintura, su lengua recorriendo cada parte de mi boca, sus labios suaves, esa intensidad que me hacia sentir aborchonada, nunca me hubiera imaginado algo así, algo que solo admitiré en mi cabeza, me hubiera gustado llegar a más.

 Sacudo mi cabeza evitando esos pensamientos y miro disgustada a Fátima.

-No ayudas Fátima.

-Clara-Clarita te complicas demasiado la existencia, solo en un regalo.

-Sabes mejor sigue leyendo ese libro, si sigues molestando te diré cual es el final.

Se incorpora en la cama y me mira indignada.