Estos últimos tres meses habían sido un dolor de huevos. Perdía millón tras millón, jefes ya no querían las alianzas con él y sobre todo aún no había encontrado a Will Harrison. El día siguiente después de darle la mano a uno de los jefes de Inglaterra, puso precio a la cabeza de Harrison, diez grandes en dólares a quien le entregara a la rata, hizo correr la voz hasta los lugares más oscuros que poseía Corea del sur.
Jugkook tenía que ir a Daegu en unas horas para reunirse con Min Yoongi, finalmente volvía de Moscú y no tenían que perder más tiempo. Min y Jeon anunciarian su alianza en una noche de juegos con las cabecillas de Seúl, Gwangju, y Gwangcheon. Los más importantes para el jefe de Busan, pero sobre todo el jefe de Seúl; Kim Namjoon.
Pero ahora en lo único que podía concentrarse era en las gotas calientes que se deslizaban de su cuello y trataban un camino por su espalda y finalmente se perdían entre sus piernas y tratar de calmar el dolor de su cabeza.
Los azulejos de la pared ayudaban un poco pero no lo suficiente, estaba a punto de quedarse dormido cuando tres toques en la puerta lo hicieron ladear la cabeza más no abrir los ojos. Hwasa entró con un celular en mano.
—Jefe, Min Yoongi quiere confirmar su asistencia para esta noche. Lo llamó personalmente.
Jungkook sin decirle alguna palabra, extensión su brazo en una orden muda, su secretaria bloqueó la pantalla del teléfono antes de entregarlo y finalmente salir de ese cuarto de baño. El jefe recorrió un poco más su cabeza para que el agua artificial no mojara el aparato.
—Son las siete de la mañana, ¿no podrías llamar a las diez?
Escuchó una risa baja del otro lado de la línea.
—Soy un hombre ocupado, Jeon. A parte, mis invitados exclusivos necesitan confirmar su asistencia, el juego será en el club, ¿Quieres quedarte en allí? Para así preparte una habitación con diversión incluida si es lo que deseas.
—Lo acepto, pero la diversión no es para mí estos momentos—Jungkook giró su cuerpo de manera que su espalda quedaba en la pared y su pecho descubierto recientemente tatuado recibiera el agua que caía—. Sabes que ahora solo me interesa una cosa.
—Harrison— murmuró Yoongi y no se equivocaba, casi todo Corea sabía de su búsqueda contra el Inglés, el anuncio de tanto dinero no se iba a encasillar en un mínimo grupos personas, ese dinero llegó hasta los oídos de todos— Ya que lo mencionas, tengo información valiosa pero necesito que estés aquí.
Eso es lo que le hizo abrir los ojos, lo primero que vio fue su tatuaje hecho hace una semana, simple pero a él le gustaba; un cráneo de cabra, los cuernos se esparcían debajo de sus clavículas, por ser reciente aún habían costras formadas y algunas veces con el roce de su ropa daban picadas molestas...
—Dime dónde está.
—Jungkook, no es información que pueda darte por teléfono. Harrison no solo te jodió a ti, sino a mi y a muchas personas más... personas que vendrán y es por eso que estoy haciendo ésta maldita reunión— Min Yoongi suspiró pesadamente y pensó bien sus palabras—. Esa rata tenía planeado matarte, matarme y matar a Kim Namjoon, el dinero y el embarque de armas ahora es lo de menos, Jeon. Ese cabrón estaba haciendo planes mayores, puso a algunos de mis hombres en mi contra, tiene algunos topos en las organizaciones... y hay mucho más pero necesito decirte en persona.
—¿Por qué?
—Tiene algo que ver con Ji-hu.
Sin pensarlo dos veces, cerró el grifo del agua. Agarrando una toalla salido de aquel cuarto y procedió a secarse el cuerpo después de poner el altavoz.
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Детонирующий || Kookmin
FanficCuando un sádico encuentra a un masoquista natural se convierte en un escenario mortal y tóxico, todos los sentidos se activan en forma de supervivencia, los vellos se erizan y todo el mundo aguarda en silencio expectantes ante al detonante nuclear...