¿Qué se sentirá estar enamorado?
Aquella pregunta tan aparentemente inocente vagaba por la mente de Jimin desde hace un par de días. Cuando veía su reflejo en el espejo del baño, cuando comía, cuando se duchaba, cuando sus ojos se cerraban al dormir, cuando leía.
Cuando se acordaba de Ji-hu.
Cuando miraba a Jungkook.
Cada vez más confuso.
Un Jimin de ocho años alardeaba estar enamorado de una persona que no debería, a tan poca edad encontrando ese sentimiento que muchos buscan.
Que envidia...
Pero también recuerda haber encontrado más sentimientos que ese, tal como lo es la lujuria y la obsesión por la misma persona. El señor Lee le había explicado en las primeras sesiones que eso no debía suceder, que efectivamente podía despertar el deseo en él pero algo muy mínimo. También recuerda vagamente a la policía y a los trabajadores sociales explicándole que habían abusado de él, pero ¿en verdad lo habían hecho? Era muy comprensible su duda al respecto, sin embargo, no era abuso si no le importaba. Eso se repetía una y otra vez, por lo menos un par de años hasta que necesitó olvidar al hombre que lo abandonó, olvidarlo con un sustituto.
Recordaba a su madre hablar sola en el patio de su casa, enojada, fumando su cigarrillo de canela y maldiciendo a su padre. Había algo que siempre está presente en sus palabras.
"Maldito sea el día en que me enamoré de ti".
Tal vez ahora la entendía y compartía el sentimiento. Lo llevaba a pensar que el amor no era para personas que estaban dispuestas a amar demasiado, sino a personas que supieran controlarlo.
¿Qué lugar ocuparía él?
Su madre... ¿Cómo estará su madre?
Después de muchos años se hacía esa pregunta.
—Jimin.
Sus ojos fueron a la mujer. Hwasa le miraba expectante, tal vez con un poco de irritación.
—Querías decirme algo, no tengo tu tiempo.
Cierto. Jungkook estaba en una llamada en la oficina y él mismo le pidió que saliera. Jimin sin cuestionar nada hizo lo que le ordenaron, sus pies lo guiaron a la cocina en donde la mujer estaba revisando el menú con el cocinero de la casa. Ella no le dio importancia, solo una mirada rápida y siguió con lo suyo unos minutos antes de que pudiera en voz alta hablar con ella.
Recuperando la compostura, Jimin dudó. Su primera opción era decírselo a Jungkook pero no estaba seguro de cómo reaccionaría y si el hecho de no verlo más estaba en juego.
—Necesito hablar contigo a solas.
—Estamos solos.
—No quiero que nadie nos escuche— susurró. La mujer observó el reloj en su muñeca y bufó. Le hizo una seña para que caminara en entró a una oficina, igual de grande que la de Jungkook, la mujer cerró la puerta y se cruzó de brazos—. ¿Min iba a matar a Jungkook?
Hwasa lo miró con sorpresa.
—¿Y tú cómo sabes eso?
—Solo responde a la maldita pregunta.
—Todo el mundo quiere verlo muerto, Jimin. Pensé que ya lo sabías —Hwasa se encogió de hombros, su tono tan indiferente como sus palabras—. No fue una gran sorpresa. Sabíamos que él tramaba algo desde un comienzo. ¿Por qué tanto interés?
Él vaciló, tratando de no evitar su mirada. Una parte de él quería hablar, sacarse esa carga de encima y soltar todo y ya no mentir por una vez en su desgraciada vida, pero también sabía lo que implicaba abrir su boca. Decir la verdad traería consecuencias que quizás no estaba preparado para enfrentar.
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Детонирующий || Kookmin
FanfictionCuando un sádico encuentra a un masoquista natural se convierte en un escenario mortal y tóxico, todos los sentidos se activan en forma de supervivencia, los vellos se erizan y todo el mundo aguarda en silencio expectantes ante al detonante nuclear...
