XII: MINE.

2.2K 230 32
                                    

¡13k... Gracias, gracias, gracias!



"La creación de un Monstruo"
PARTE I



-Estoy embarazada- anunció la mujer al terminar de vestirse, con cierto nerviosismo giró su cuerpo hacia el hombre que paró su labor de encender el cigarrillo de su boca-. Quiero tenerlo.

Quién iba a pensar que una simple decisión iba a desatar un caos más adelante. Lo primero que sintió Nadya fue un golpe en el rostro, sabía que esto iba a suceder pero de todas formas no iba a perder nada intentándolo... total, su vida la poseía ese hombre que la miraba con la furia palpitando en sus iris; Jeon Ji-hu.

-Embarazada- escupió el hombre con asco-. Te dije que te cuidaras, yo no quiero un hijo.

-Yo sí- la voz le tembló, con vista en las sábanas de la cama vio caer gotas rojas-. Si tú no lo quieres... déjame tenerlo, yo quiero tener un hijo, Ji-hu.

-¿Desde cuándo lo que tú quieras es importante?

Seguido de esa pregunta vino una risa ronca desagradable, después de eso el silencio cayó en la habitación como un peso muerto a la par del olor a tabaco quemado.

Mientras Nadya cerraba los ojos y esperaba lo peor, Ji-hu estaba mirando a la mujer con total seriedad. Un hijo... en qué le beneficiaría tal descuido, un hijo es solo una molestia para todo, las personas que lo odian tendrían un objetivo más débil para atacarlo y si él llegase a morir...

Eso es.

Hubo un tiempo en qué su anterior acompañante de igual manera se quedó embarazada, más él no permitió que tuviera al bebé y la obligó abortar... Sin embargo, tiempo después se lo comentó a un amigo y éste le aconsejó que al próximo embarazo lo pensará dos veces... sino quién iba a heredar todo lo que estaba logrando.

Cuando él muera ¿Quién se quedaría con su puesto?... Ji-hu no era nada ajeno a que el día de su muerte llegaría tarde o temprano, sin embargo él ya tenía todo planeado, el momento en que su corazón dejara de latir un dispositivo explotaría en la base de su casa para destruir su imperio... todo se reducía a su reloj.

Un simple reloj que sí no sentía los latidos de su dueño, un detonante se activaría.

¿Qué pasaría si su legado continúa más años?

-Te dejaré tenerlo- al soltar esas palabras, la mujer levantó su rostro y esos ojos claros lo miraron atónitos-. Con una condición.

La mujer asintió.

-Si es varón, lo tendrás... si es mujer, te haré abortar a golpes, ¿Te parece?

A los cuatro meses cuando el doctor vino a hacerle el ultrasonido, Nadya no supo cómo reaccionar cuando le dijo que su bebé iba a ser niño. Ji-hu se limitó a asentir con la cabeza y salir de la habitación mientras guardaba su arma nuevamente detrás de su espalda. El doctor le limpió rápidamente el gel de vientre y antes de irse escoltado por un grupo de hombres le dió una mirada de lástima a la mujer que aún permanecía recostada en la cama.

Ella estaba siendo tan egoísta, siempre había querido tener un bebé para no sentirse tan sola pero ahora, con la vista perdida en algún punto de la puerta se dió cuenta que decidir tener a este hijo fue la peor decisión. Nadya sabía que desde ese momento su hijo dejaba de ser suyo para ser de Jeon Ji-hu. Un mes atrás había escuchado hablar a su ahora marido con su secretaria, diciendo que preparara todo en caso de que el bebé resultará varón.

Детонирующий || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora