XVI: WHO IS THE INNOCENT?

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La liga alrededor de su brazo molestaba y sabía que Jungkook había apretado de más apropósito. 

Pronto cuatro tubos de cristales fueron llenados de su sangre los cuales miró con un poco de asombro cuando todos fueron puestos en la mesa.

—Aquí— pronunció Jungkook, presionando un pedazo de algodón con alcohol en donde había pinchado—. Sostenlo.

Jimin obedeció, viendo como el menor se sacaba los guantes de plástico y ponía las muestras de sangre en una pequeña caja de cartón.

—Mandaré al doctor Kan las muestras— empezó diciendo, sacándose un lado de su camisa para describir su brazo izquierdo. Alzó la misma liga para envolver su propio brazo—. Ya te dije que no es necesario de todas formas.

—Hace más de tres días me hiciste montar a un muerto y reabriste las heridas de mi espalda con tu asquerosa boca llena de la sangre de las vísceras de ese viejo— murmuró Jimin, un tanto enojado por las situaciones expuestas—. Por supuesto que es necesario. Me siento enfermo.

Jungkook tomó una nueva aguja junto a un tubo de ensayo igual de nuevo antes de levantar su cansada vista, el insomnio reflejándose en la oscuridad bajo sus ojos.

—¿De verdad me crees tan idiota para no hacerles un examen de sangre a las personas a las que les voy a abrir el cuerpo?— preguntó con molestia—. Existen unas pruebas rápidas por si no lo sabías, las cuales utilizo bastante.

—Jamás he visto que tomes alguna.

—¿Y porque tú no las veas significa que no lo hago?— Jungkook terminó con la misma cantidad de tubos que sacó a Jimin y las puso en una caja diferente—. Te hice una prueba de sangre antes de siquiera tocarte como yo quería. Tienes el sueño pesado.

—¿Cuándo?

Jungkook le sonrió.

—Horas antes de que juguemos una partida de ajedrez... Quisiera repetirla un día de estos.

Jimin volvió su vista a las pequeñas cajas que estaban siendo guardadas por las grandes manos de Jeon en una bolsa de plástico.

Ese día...

El dolor que sintió ese día no podía ser comparado. Ni con lo sentimental ni lo físico, ese día Jeon Jungkook le dio rienda suelta al sádico que aguardaba pacientemente a que el escenario esté preparado para él. Jimin no estaba seguro de querer verlo de nuevo, no sentía que estaba preparado... él presentía que en algún momento volvería a estar en ese tipo de situación con Jungkook, probablemente cuando las heridas de su espalda sanaran en totalidad y dejaran de nutrirlo con aquel suero que los últimos tres días se había vuelto su mejor compañía cuando se quedaba hasta tarde escribiendo en la laptop destinada a sus recuerdos.

No había logrado avanzar en eso y aquello era visible en las diez páginas del documento... también Jeon había dejado de insistir tanto en eso por alguna extraña razón que Jimin quería conocer.

—¿En qué piensas?— Jungkook habló con diversión al percatarse de la mirada perdida de Jimin. Cuando obtuvo la atención de mayor alzó ambas cejas—. Te has sonrojado.

Oh.

—Ese día... en algún momento se repetirá, ¿No?

El jefe se sentó a un lado de Jimin. Ambos se encontraban en el gran comedor, minutos antes Jungkook estaba revisando unos papeles con Hwasa y el mayor estaba leyendo su diario con aburrimiento.

—En el sótano se repitió— murmuró Jungkook, apoyándose en el respaldar de la silla e inclinando un poco su cabeza para ver mejor el rostro de su mayor—. Hasta incluso tuvimos un invitado y tomamos un aperitivo.

Детонирующий || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora