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Naruto veía con paciencia las actividades escritas en su hoja de papel, de la materia Física. No entendía, odiaba las matemáticas y para resolver aquellos ejercicios, habia que pasar metro a centímetro... O gramo a kilogramo. Y le estaba frustrando.
Luego de dar un chaquido, tomó su celular y buscó el número de su amigo en sus contactos.
"Salgamos."
Fue lo que tecleó y envío. Se recostó sobre la silla, llevando ambos brazos detrás de su nuca, y suspiró con pesadez. Volvió a intentar prestarte atención en su tarea, pero ahora le era más imposible, quería saber la respuesta de Sasuke y si podrían salir a caminar, hablar o despejarse por un rato.
Tomó rápidamente su celular al escucharlo vibrar. Al prenderlo, sonrió por ver el nombre de él allí, había respondido su mensaje.
"¿Adónde? "
Pero en lugar de responder, volvió a dejar su celular sobre el escritorio y se puso de pie para abrir su clóset. Buscó alguna prenda que le quedara bien, y se decidió por un jean color negro, una playera mangas cortas verde oscuro, y sus zapatillas negras con cordones blancos.
Se puso desodorante y una colonia que no había utilizado hace bastante tiempo. Quería oler agradable para él.
Guardó en su mochila algo de dinero, una campera por si refrescaba, y su celular. Salió de su habitación y se dirigió hacia la sala en busca de sus tíos para avisarles que saldría, pero ellos no se encontraban allí. Escuchó unos murmullos del patio, se dirigió allí, y vió a Kakashi haciendo flexiones de brazos, y a Obito sentado en su espalda mientras leía un libro.
- Te harás mal, Kakashi. - habló él, ganándose las miradas de los mayores. El pelinegro tenía un pantalón de algodón gris y una playera blanca. Mientras que el otro, un shorts negro y su pecho estaba al descubierto, mientras gotas de sudor bajaban por su torso desnudo.
- Le dije lo mismo. - respondió Obito cerrando su libro. - Pero se quiere hacer el fuerte, apenas hizo una flexión nomás. - rió.
- ¡Lo lograré! - se alentó a sí mismo Kakashi, bajando su torso y flexionando sus brazos. Pero no llegó a otra, quedó boca a bajo en el pasto, con Obito sentado en su espalda riéndose con burla.
- Saldré. - avisó Naruto y ambos volvieron a verlo.
- ¿Con quién? - cuestionó el pelinegro.
- Gaara. - respondió nervioso. Kakashi aguantó su risa, suponiendo con quien saldría.
- Bien, ¿Necesitas dinero?
- Nah, tengo de los ahorros. Guárdalo y a la noche cociname ramen de cerdo. ¡Adiós! - se despidió, alzando su mano y saliendo del hogar.
Caminó unos metros luego de cruzar la calle y se vió a sí mismo frente a la puerta del hogar de Sasuke. Con sus dedos peinó su cabellera rubia hacia atrás, y presionó con su dedo índice el timbre.
Cuando la puerta se abrió, un hombre se divisó. Naruto lo recordaba, era el papá de Sasuke. Le hacía sentir incómodo estar cerca de él y permanecer en un mismo lugar. No parecía una persona muy habladora, al menos no con él.
- Otra vez no me avisó. - murmuró el mayor, frotandose los ojos con sus dedos. - Pasa. - se hizo a un lado, esperando que el rubio pase. Éste no se negó y avanzó dando unos pasos dentro del hogar de su amigo.
- En realidad, venía a buscarlo. No me quedaré, Señor Uchiha. - habló con respeto y algo de miedo, ignorando por completo que Fugaku estaba vestido con un pijama con estampados de corazones.
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Fideo De Ramen Del Destino |NaruSasu
Roman d'amour¿Hilo rojo del destino? No, en Japón existía algo parecido ... pero no exactamente con un hilo. Los habitantes hacían competencias en parejas para ver quienes eran los afortunados en ser unido por el famoso "Fideo de ramen del destino." Pareja princ...