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Naruto, mientras dormía, sentía una caricia en su cuello. Sonrió entre sueños a ese tacto, haciendo círculos en una parte en específico. Sintió como bajaba y de repente como su collar se frotaba con su cuello.
Abrió los ojos con pesar, viendo tiernamente a Sasuke jugar con el dije de su collar. Parecía bastante entretenido; lo tocaba, daba vuelta y veía como si fuera una joya increíble jamás antes vista de edición limitada.
Los cabellos azabaches le tapaban un poco su vista, haciéndole algo difícil ver la cara de Sasuke. Alzó su mano y le acarició la cabellera, llevando un largo y sedoso mechón detrás de la oreja.
Sasuke alzó sus ojos negros para ver a Naruto con intriga. El rubio le sonrió y cerró sus ojos nuevamente.
- Buen día. - murmuró con la voz ronca el blondo.
- Hola. - devolvió. Se acomodó mejor en la almohada y lanzó un bostezo.
- ¿Te encuentras bien? - quiso saber. Seguía un poco preocupado por él, ya que había bebido bastante alcohol por la noche.
- Si... - se sentó sobre el colchón y estiró su cuerpo. - ¿Qué hora es? - volteó a verlo.
- Mm.. - alcanzó su celular y vio la hora. - Las nueve. ¿Desayunamos? - preguntó con emoción.
- Sí, tengo mucha hambre. Y me duele un poco la cabeza. - tocó la misma mientras frunció su ceño.
- Buscaré una pastilla ttebayo.
Naruto, luego de apagar el aire acondicionado, se dirigió a la habitación de su tío para buscar una pastilla para el dolor de cabeza. Sasuke fue hacia el baño para lavar su cara y hacer sus necesidades.
Bajó al comedor de su casa y preparó un desayuno especial para su Sasuke. Sacó el frasco de café de la alacena y buscó una taza color negra de su tío Obito para prestarle a Sasuke, también sacó la suya.
Batió el café con el azúcar agregándole un poco de agua y luego más agua caliente con una cucharada de crema de leche.
Para él, se preparó un té de tilo. No le gustaba mucho el café.
Preparó unas tostadas en la tostadora con pan lactal. Al sacarlas, buscó en la heladera la mermelada de fresas y la dejó sobre la isla de la cocina.
- Sé que te dará asco... - Sasuke estaba en la entrada de la cocina. Naruto volteó a verlo con intriga mientras llevaba las bebidas a la mesa. - ... Pero usé tu cepillo de dientes, me olvidé el mío. - rió encogiéndose de los hombros.
- Ahg, teme. No pasa nada, mientras no tengas alguna enfermedad bucal ttebayo... - se sentó en una banqueta, frente a donde se sentó el pelinegro. - Espera... ¿Cómo sabías cuál era mi cepillo de dientes?
- Porque era naranja. - alzó sus hombros y el rubio asintió. - También te quité está playera... - fijó sus ojos zafiros y, efectivamente, Sasuke tenía puesta su playera naranja con franjas negras.
- ¡Debes devolverla! Es mi favorita.. - hizo un puchero. Sasuke rió. - Te preparé café. Allí... - señaló al lado de la taza que usaría el pelinegro. - ... Está la pastilla para que se te pase el dolor de cabeza.
- Gracias, dobe. - agradeció, tomando la pastilla con un vaso de agua que Naruto le dejó.
Sasuke bebió el café luego de soplar y sintió sus mejillas arder ante la constante mirada de Naruto sobre él. Era el mejor café que había probado nunca, y se lo había preparado solamente para él. Su corazón se aceleró como una ametralladora.
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Fideo De Ramen Del Destino |NaruSasu
Romance¿Hilo rojo del destino? No, en Japón existía algo parecido ... pero no exactamente con un hilo. Los habitantes hacían competencias en parejas para ver quienes eran los afortunados en ser unido por el famoso "Fideo de ramen del destino." Pareja princ...