Fideo De Ramen Del Destino |NaruSasu

17. "Sentimientos".

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Sasuke en varias ocasiones tuvo el pensamiento de querer conocer a la familia del rubio. Poder hablar con ellos y llevarse bien.

Supuso que no tendrían problemas con ver a Naruto besándose con otro hombre, siendo que los tíos de él, son gays. Pero sintió algo en la mirada furiosa que le dedicaba el mayor que estaba en la puerta, quien había llamado a su amigo anteriormente.

Quiso acercarse a él, saludar, presentarse... Pero no le dió muchas ganas de hacerlo al recibir la mirada de odio del otro. Naruto pareció algo preocupado y sorprendido. Sin embargo, Sasuke no podía llegar a entender el motivo de su actuar.

- "¿Qué está pasando? " - se preguntó en su mente, sientiendose bastante incómodo por el ambiente tenso.

- Tú eres Sasuke Uchiha... ¿No? - cuestionó el mayor, acercándose a ellos. Naruto vió a ambos, aún en trance.

- Si... - respondió. Su corazón estaba anormalmente acelerado, causándole ardor en su rostro. Quería irse a su casa, y llevar a su amigo con él.

- Mira.. - tomó del hombro al rubio. - No quiero que te vuelvas a acercar a Naruto. - ordenó, con el ceño fruncido el pelinegro mayor. Llevó al rubio dentro de la casa, parecían mantener una conversación en discusión.

Sasuke se quedó de pie frente a su casa, con sus labios entreabiertos y ojos apagados. Pudo observar la sonrisa triste que su amigo le dedicó sobre su hombro derecho antes de que la puerta se cierre.

Sentía una extraña sensación en su cuerpo, como si le estuvieran sacando algo y que no se lo devolverían. Le ardía la nariz y fue consciente del temblor en su labio inferior.

No entendía qué pasaba, no lo sabía. No hacía hecho nada malo, ¿Por qué lo trataba como si fuera un monstruo? ¿Por qué Naruto no decía nada?

El sonido de un auto llegó a sus oídos, haciéndole recordar su situación; estaba en la calle cuando eran aproximadamente las ocho de la noche.

Tenía que regresar a su casa, no le habia avisado nada a Itachi. Quizá esté preocupado... Él y sus padres.

Movió sus piernas con pesar, dando los pasos que separaban su casa con la del rubio luego de cruzar la calle.

Sentía una especie de nudo en su garganta. "Quizá estoy deshidratado y necesito agua", pensó, evitanto lo que había sucedido hace momentos.

Abrió la puerta de su hogar con la llave, entrando y viendo a su mamá; quien corrió hacia él a abrazarlo, a su padre de fondo con una sonrisa y a su hermano con una taza en sus manos.

- ¿Dónde estabas? - preguntó ella. Desesperada por no ver a su hijo en todo el día y no recibir ningún mensaje que la tranquilice de su parte.

- Lo siento, mamá. Me olvidé de avisar. Solamente salí con un... Amigo. - susurró lo último, sintiendo una punzada en su pecho.

- Cariño... - ella besó su mejilla. - ¿Quieres comer algo? - cuestionó, una vez que volvió al lado de Fugaku.

- No, yo... Iré a dormir, estoy cansado. - avisó, sin verle a los ojos y subiendo a su habitación. Al llegar allí, dejó su mochila y su calzado.

Entró al baño, luego de buscarse nuevas prendas, y reguló el agua para que esté tibia. Quitó su ropa y se posó bajó la lluvia de agua. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué se sentía tan vacío de repente?

No llegaba a comprender la razón por la que el tío de Naruto le trató de esa forma tan... Inhumana, seca, fría. Como si estuviera hablando con una maldita escoria. Pensó que tal vez era homofóbico, pero volvió a recordar que eso era imposible ya que es gay.