29. "Destino".

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Fue complicado al principio lograr que Naruto cumpla con su rutina de ejercicios, pero con ayuda de su familia (amenazas de que no volverían a darle de comer ramen) pudo hacerlo con voluntad propia.

Obito, siendo director del colegio Konoha hace un año, luego de hablar con las autoridades educativas logró llegar a un acuerdo con ellos sobre la situación en la que se encontraba su sobrino. Naruto no había podido culminar con el cuarto año de su escuela por ausentarse los últimos días del ciclo escolar debido al accidente que sufrió. Pero gracias a su tío en lugar de repetir cuarto año solo tendría que rendir todas las materias del año. Fueron compasivos con él ya que había tenido una asistencia casi perfecta de no ser por lo que sufrió.

Sasuke utilizó eso como una muy buena excusa para no separarse de él, aunque no era como si Naruto quisiera eso. Lo acompañó día y noche, ayudándolo con todas las materias.

Fue un mes bastante largo, complicado y agotador para Naruto. De a poco, volvió a caminar con normalidad e hizo cuarto año en unos días con la ayuda de su novio, hermano y tíos. Nunca dejaron de brindarle su ayuda en lo que necesitase.

Fue una semana a la escuela a unos días de comenzar quinto año para rendir los exámenes de cada materia. Sasuke acompañó al colegio a su rubio los cinco días para darle su apoyo. Y, cuando el viernes llegó y Naruto salió del colegio con una sonrisa triunfante con papeles en su mano se lanzó a abrazar con fuerza a su amado Sasuke. Era seguro que se traía una buena noticia puesto que tenía un rostro de felicidad.

— Estoy en quinto año ttebayo. – le comentó con felicidad al pelinegro, quien sonrió sobre su hombro y lo apretó con más fuerza a su cuerpo.

- Sabía que podrías, dobe. - murmuró sin soltarlo.

Naruto y Sasuke se iban turnando para ver quién iba a casa de quién. Un día en la casa del rubio, otro día en la del pelinegro. Ese día tocaba en la casa de Sasuke. Se dirigieron allí, no sin antes de que Naruto les haya enviado una fotografía a sus tíos y hermano de los papeles que mostraban que, efectivamente, rindió todas las materias bien y ya estaba en quinto año.

Cuando llegaron al hogar de Sasuke, Naruto fue recibido por su suegra y suegro. Mikoto lo abrazó y llenó de besos cuando el rubio le dijo que le fue bien en sus exámenes, Fugaku le estrechó la mano y lo felicitó. Era algo frío con él, pero sabía que le tenía un gran aprecio y respeto.

Subieron a la habitación del pelinegro, donde se acostaron sobre el colchón de la cama y permanecieron abrazados por un rato largo en el que solamente se oían sus respiraciones tranquilas.

Naruto sonreía feliz por todo, su vida había vuelto a la normalidad por fin. Tenía al amor de su vida en sus brazos dejándose acariciar la espalda. Sasuke fue lo mejor que le pasó en su vida; llegó, lo enamoró y, después de tantos obstáculos por vencer, pueden ser felices juntos.

Habían decidido ir a comer ramen por pedido del rubio, ya que extrañaba con su vida comer esos fideos perfectos con el sabor justo y la carne cocida preparados por el amigable viejo Teuchi. No comer ramen por más de un año le estaba afectando, fue por eso que Sasuke aceptó. Siempre, por alguna razón, le daba ganas de comer ramen cuando estaba con su novio.

Caminaron por las calles sin soltar sus dedos enlazados, cosa que hizo acelerar el corazón de Naruto. Ha llegado a pensar, en un pasado no muy lejano, que Sasuke podía llegar a avergonzarse de él y de la relación que tenían. Pero no parecía eso ahora, ya que el pelinegro solo lo soltaba para limpiar sus manos en sus ropas cuando estaban sudadas y luego volvía a acercarlo a él.

Fideo De Ramen Del Destino |NaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora