Cap 12, parte 2

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Sofy salió volando en cuanto la campana de la última clase sonó. A lo lejos pudo ver a Mica, quien le saludo muy contento.

–Me alegra que vinieras, tengo algo muy importante que decirte.

–¿De verdad? –So se notaba nerviosa.

–Nos conocemos desde primer semestre, pero últimamente nos hemos acercado mucho y eso me hace muy feliz.

–A mí también –su sonrojo se acrecentaba.

–Así que quiero presentarte a mi pareja –le dijo con una enorme sonrisa.

–¿Tú qué? –Sofy no cabía en el asombro.

–Mi pareja, estoy saliendo con una chica alfa, tú me inspiraste Sofy –le abrazo muy emocionado.

–Oh vaya, yeiii, pues me alegro por ti –trato de no sonar tan triste. Mica le dejo libre.

–Mira, ahí viene –se acercaba a ambos una alta mujer de cabello dorado y ojos de un intenso azul, de tez rosada y caminando firmemente. So se sintió pequeña por un momento, con su cabello castaño oscuro, tez bronceada y ojos cafés.

–Hola, ¿tú debes ser Sofy? –le saludo amablemente la alfa –yo soy Zita, Mica me ha hablado mucho de ti.

–Es un placer –le estrecho la mano y la alfa mostró sus caninos en clara señal de marcar territorio hacía su pareja –así que hasta tú te diste cuenta –pensó Sofy entendiendo la amenaza de "aléjate de mi omega".

...

Adaya sujeto el rostro de su novia para besarlo con suma ternura, Sanna sintió una enorme calidez en el pecho, ambas auras por fin estaban en paz y mezcladas en su totalidad. Al separarse ambas sonrieron como colegialas.

–Aun tienes el aroma de una omega –le recrimino la pelirroja.

–Y yo no pienso decirte a que huele tu habitación –la morena le empujo sobre la cama con las sabanas desordenadas –pero supongo podemos arreglar eso –Sanna le rodeo el cuello y empezaron a besarse más profundo, con más pasión y haciendo un roce entre sus cuerpos.

–Sanna, me encantas –susurraba en el cuello ajeno mientras lamia sin decoro alguno la blanca piel de la heredera, quien no podía evitar jadear al sentirse tan cerca de su alf... como si algo hiciera click, la pelirroja empujo a la morena deteniendo sus caricias. –¿Qué pasa? ¿hice algo malo? ¿te lastime?

–No es eso –respondió en tono bajo –solo, se sintió extraño el pensamiento de que tu fueras mi alfa –su voz se escuchaba extrañamente insegura. Adaya le miro un momento antes de tomar la mano ajena y depositar un beso en el dorso.

–Si yo llegará a ser tu alfa, tú serías la mía también –la heredera le miro con los ojos muy abiertos.

–¿Eso signific...

–Que te dejaría marcarme, por supuesto –la habitación permaneció en silencio un momento.

–¿Eres consciente de todo lo que conlleva eso?

–Siendo sincera: no, pero, si ambas estamos en planes de algo estable, supongo que no habría problema.

–Supongo que no.

–Entonces... ¿en que estábamos? –nuevamente Adaya se posiciono sobre Sanna, quien miraba el techo aferrándose a la espalda ajena.

Algo había cambiado, eso era seguro, la morena ya no parecía la misma de hace unos días, tan solo en su esencia y en su aroma se respiraba algo distinto. Alfa y no cualquier alfa, uno sangre pura. Igualmente los pensamientos de la heredera y las caricias de la morena tuvieron que cesar al escuchar el llamado en la puerta.

El deseo de la estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora