–No puedo creer que ese par se fuera sin darnos una explicación –dijo Sofy caminando junto al ojiverde.
–Yo no puedo creer que te hayas reído de que Tom me mojará –el mencionado se había retirado poco después.
–En mi defensa no sabía qué lo iba a hacer.
–Gracias por acompañarme So.
–Cuando gustes Dam.
–Es algo noche, no te gustaría quedarte a dormir.
–¿De verdad?
–Arthur tampoco llegará hasta más noche y no quiero estar solito.
–Vale, vale, pero solo porque eres adorable y me gusta hablar contigo de chicos –ambos ingresaron para tener una noche de "amigas".
...
Ceres nunca había subido a una motocicleta, tal vez era porque fue educada por sus abuelos, que eran un tanto conservadores, y eso la convirtió en una mujer precavida, que no se acercaba a nada que indicará algún peligro o rebeldía, aunque siendo sincera a ella jamás le había interesado, así que subir a un vehículo de dos ruedas y motorizado, le ponía un poco nerviosa y emocionada.
–Toma –le extendió un casco blanco con cian. La imagen era demasiado atractiva, la alfa de cabello oscuro y ahora corto, que había protagonizado sus últimas fantasías, ahora le ofrecía ir de paseo.
–Debo estar loca para hacer esto –se dijo internamente tomando el casco y subiéndose a la motocicleta.
Adaya sintió los brazos de la omega rodearle y su instinto estaba más que complacido por ello, incluso acelero para hacer sonar el motor y recibir un agarre más fuerte por parte de su pasajera.
.
Era una sensación indescriptible, sentir el viento, ver la ciudad de noche, pasar los establecimientos del centro, para ver parques, subir por puentes, ir por otras calles y otros lugares que no frecuentaba, le hacía pensar a Ceres que llevaba viviendo sin vivir y entonces ver la nuca de Adaya, la joven que escribía, se quedaba a dormir en casas ajenas, se metía en peleas y siempre sonreía, aun con su historia.
–Sí, definitivamente estoy loca –susurro –¿a dónde vamos? –grito.
–Te llevó a mi fortaleza.
La parte oeste antiguamente era una zona considerada como "baja", solían haber bastantes bandillas, grafitis y problemas de drogas, pero en los últimos años, por la edificación de franquicias y otras cadenas de diversos comercios, su posición había subido rápidamente.
Adaya se estacionó frente a unos pequeños edificios, que se notaban habían sido remodelados.
–Llegamos –la dueña bajo seguida de la morena, que arrastró la moto ya apagada hacía la banqueta. Ingresaron al establecimiento, había algunas luces prendidas, pero por la hora la mayoría era lógico dormía ya. –No sé si te comenté, pero yo no crecí aquí –empezó Adaya –estoy casi segura de que nací aquí –subieron unas escaleras –la verdad no sé mucho de eso, pero mi infancia fue en un pueblito a unas horas, era un bello lugar, tenía amigos de todas las castas aunque no lo creas –sonrió y hubo silencio un rato. –Sé que mi madre ya debió contarte mi historia, bueno, parte de ella, me hubiera gustado contártela yo misma, pero no hay remedio –llegaron al segundo piso y la alfa le guío a una puerta que tenía al lado el número 3 –bienvenida a mi humilde hogar.
...
Tom tenía planeado irse a casa, la verdad estaba molesto y herido, ¿cómo se había podido doblegar ante Day? Por su mente rondaban toda clase de pensamientos, incluso la cicatriz en su cuello ardía, ¿si él fuera alfa completamente le hubiera podido enfrentar? Pero el mensaje de cierto rubio le desvío de su destino y de sus cavilaciones. Así que ahora ambos se encontraban en un bar del norte, el cocinero no quería contarle nada, pero su aura lo delato y una vez que terminó su historia Sergei soltó un suspiro.
ESTÁS LEYENDO
El deseo de la estrella
Fanfiction"Mi mamá me leyó alguna vez un cuento donde una princesa pide un príncipe todas las noches a las estrella. Un día una estrella fugaz escucha su plegaria y decide bajar para ayudarla a encontrar a su verdadero amor..." Ceres, a pesar de ser omega, s...