Capítulo 2 Este es el trato (parte 1/2)

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–Por fin termine –Sofía cerraba el computador portátil y se estiraba, su tarea para la primera clase ya estaba lista, así que ahora se disponía a descansar.

...

–Eres lo que más esperamos, el amor de nosotros está en tu cuerpecito reflejado –cantaban a la par un omega castaño claro y su pareja, un beta rubio. Bailaban por la sala entre besos y abrazos mezclados con suaves caricias.

–Damián –llamó el mayor –te amo.

–Y yo a ti Arthur –juntaron sus frentes.

...

–¿Quieres quedarte esta noche? –decía una hermosa pelirroja desde la cama a un robusto hombre. Ella estaba solo cubierta por las finas sábanas.

–Lo lamento preciosa, pero ya tengo otra cita –decía mientras se abrochaba los pantalones.

–Eres un idiota Tom –dijo finalmente la mujer y se recostó dando la espalda a la puerta por donde salía el mencionado.

...

–Tengo que estar loca –se decía internamente Ceres mientras intentaba poner de pie a la chica de cabello oscuro. Había ganado su instinto y quería ayudarla a como diera lugar. Lo primero sería meterla al bote, pues le pareció la mejor opción dado que no creía poder cargarla hasta la cafetería ella sola. Se pasó un brazo de la persona inconsciente por los hombros e hizo un gran esfuerzo para por fin poder sostenerla un poco mejor. La chica emitió algunos ruidos, tal vez aun en su estado podía percibir que alguien intentaba ayudarla. El olor a alcohol alerto a la omega, tal vez estaba ayudando a alguien que se metió en una pelea en algún bar, ese último pensamiento le hizo querer soltarla, sin embargo, la imagen de la joven haciendo frente a los dos alfas le recordó que no estaba ayudando a cualquier persona. Bufo para finalmente dejar caer a la morena en el bote.

...

–Haz el bien sin mirar a quién y la vida te lo recompensará –decía una mujer madura a una adolescente que tenía algunos rasguños en la cara y las lágrimas amenazaban con salir.

Poco a poco unos ojos oscuros se abrían, observo un momento las estrellas y poco después un aroma inundo sus fosas nasales provocando una agradable sensación, hierba y frutas. Notó su cuerpo dolía y su mente empezó a hacer recuento de lo último que había vivido: la habitación del hotel, la renovación de su contrato, la llamada a su madre para visitarla, un par de alfas con auras hostiles, un bar y por último... abrió los ojos totalmente e intento ponerse de pie. Escuchó a alguien gritarle y después solo sintió el suelo nuevamente, está vez más consiente del dolor y de que no se encontraba sola como pudo se puso de pie solo para observar unos ojos amielados que le contemplaban con suma preocupación.

–Disculpe señorita –atino a decir. Ceres le miró sorprendida –lamento las molestias, pero necesito su ayuda –fue todo lo que dijo antes de desplomarse, pero está vez, antes de aterrizar nuevamente en el concreto, Ceres corrió y la sostuvo justo a tiempo –maldición –escucho a la joven que aun consiente le era difícil estar de pie.

–Tranquila, yo ya estaba en eso, pero has despertado de golpe y no supe que hacer –decía mientras la volvía a meter al bote.

–Huele a basura –dijo la morena.

–Eso es tu culpa, tuve que sacarte de... –la joven le interrumpió con una sonrisa.

–Me refería al bote –la omega solo se ruborizó.

–Tengo una cafetería cerca, ya casi llegamos, ahí podré llamar a una ambulanc...

–Le pido no lo hago –la castaña se sorprendió por esa petición ¿qué acaso la joven no era consciente de su estado?

El deseo de la estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora