El deseo de la estrella

De fiestas y chocolates

De fiestas y chocolates

Ya sé que no he subido capítulo como tal, pero llevaba semanas pensando en este especial (por no decir que lo pensaba desde el año pasado xD) y es el primero que subo justo en su fecha. Le comenté a una amiga que etsab haciendo un especial de mi historia de San Valentín y ella luego luego pensó en lemmon y eso ja, ja, ja, la verdad me puse cursi y sorry, pero escribí de otro tipo de amor, algo más fraternal. Espero les guste.

.

..

...

Un joven alfa de melena castaña rojiza oscura entraba sigiloso a una blanca habitación, se acercó con cuidado a la cama para dar un beso en la frente a la persona que dormía tranquilamente.

–Buenos días princesita –dijo con voz suave.

–Mmmh –se quejó una alfa.

–Anda, tenemos que ir al colegio –insistió moviéndola un poco.

–No quiero –hizo un puchero y se giró para cobijarse hasta la cabeza.

–Baja a desayunar –se levantó y se encamino a la puerta –te tengo una sorpresa.

–¿Qué es? –al parecer eso había llamado su atención, él solo sonrío y salió.

–¡Te espero en el comedor principal! –grito desde las escaleras.

Ella se estiro y una vez fuera de la cama procedió a cambiarse. El uniforme consistía en una falda escocesa, camisa blanca, chaleco y saco azul marino y medias a juego con los clásicos zapatos escolares negros. Se sonrió frente al espejo, su joven cuerpo apenas marcaba los primeros indicios de madurez, sus senos y caderas empezaban a definirse, sus piernas infantiles daban paso a unas de mujer, le emocionaba mucho, dentro de poco incluso llegaría su celo. Después de cepillar su ondulado cabello rojizo bajo para ser atendida por los sirvientes de la mansión Gomz.

–Pensé tardarías más –dijo el primer heredero que portaba el mismo uniforme.

–Ventajas de ser alfa hermanito –Sanna sonrió al recordar la primera vez que le habían puesto la falda a su hermano, al principio se negó, pero la escuela tenía estrictas reglas sobre la vestimenta y tanto varones como mujeres llevaban falda en días regulares, usaban shorts en deportes y pantalón en invierno. Era cuestión de igualdad ya que la mayoría de sus compañeros eran alfas y betas de clase alta, ahí realmente no importaba más que el dinero.

Les sirvieron un poco de avena, huevos, tocino y jugo. Les tenían una dieta especial a cada uno para ayudar a que crecieran sanos y lo mejor posible. Al terminar con los alimentos les dieron sus vitaminas, ella elegía las que sabían a fresas y él aun cuando ya tenía 15 años, le gustaba escoger las que tenía forma de dinosaurio.

–Así que nuestros padres tampoco estarán hoy con nosotros –le dijo ella a la ama de llaves que preparaba sus almuerzos.

–Me temo que no señorita –la alfa hizo una mueca. Bald daba las indicaciones para que prepararan el auto.

–Vamos princesa –le extendió la mano de forma galante –su carruaje espera –ella rio glacialmente e hizo una reverencia. Ambos tenían ese juego desde que podían recordar; su hermano mayor, su caballero y protector, el heredero; y ella la princesita, tanto de él como de su padre, la hermana menor, la heredera.

...

Una omega de ojos color miel estaba desayunando tranquilamente con su abuela, ambas bebían un té de hierbabuena.

–¿Dónde está el abuelo? –indago tomando una galletita de mantequilla.

–Salió a correr muy temprano, pero creo está preparando algo en especial por la fecha, siempre ha sido muy detallista conmigo, aun después de más de 30 años de casados –su abuela le sonrió.