El deseo de la estrella

Capítulo 5 Protección (parte 1/3)

–Estoy bien, no te preocupes. Sí, no pasa nada. Nos vemos.

Ceres y Adaya colgaron al mismo tiempo. Después se miraron y la morena inició la conversación.

–Ceres –le llamo –¿me necesitas para algo importante hoy?

–No creo, ¿por qué? –indago curiosa.

–Debo ir a atender un compromiso.

–Ah, bueno, adelante.

–Gracias hermosa –ambas se sonrojaron, la morena había hablado sin pensar, pero no se iba a retractar –por cierto, ¿quién te llamo a ti? –cambio de tema rápidamente.

–Era Dam, quería saber cómo estaba –la joven de cabello oscuro la miro.

–Ustedes están muy conectados ¿cierto?

–Es mi mejor amigo desde que éramos niños, vivía en la misma calle que mis abuelos y solíamos pasar mucho tiempo juntos antes de ir a diferentes universidades –el rostro de la dueña parecía iluminarse con los recuerdos –además, él me ayudo a montar la cafetería –Adaya le miraba muy atenta.

–Entonces él es el niño de la fotografía en color sepia –ella asintió.

–Espera, ¿estuviste indagando por el departamento?

–Bueno, estaba limpiando, así que no fue indagar como tal je, je, je –se rascó la nuca –hablas mucho de tus abuelos, supongo son los de la fotografía a color.

–Sí, ellos son mi todo –Adaya estaba por preguntar por el joven de la fotografía en blanco y negro, pero Ceres se levantó de la cama –se me hará tarde para el trabajo y tú también tienes cosas que hacer, así que vamos –la morena asintió también levantándose de la cama.

...

–Hola Cery –un joven omega saltaba a los brazos de la mencionaba justo afuera de la cafetería.

–Hola Dam –lo abrazo de forma cariñosa –hola Arthur –dijo una vez que diviso a la pareja de su amigo.

–Hola Ceres, que agradable verte –el rubio le devolvió el saludo y una sonrisa.

–Parece que hoy estás de buen humor –la dueña se separó un poco para ver a su amigo.

–Eso es porque hoy no he vomitado –sonreía de oreja a oreja –Arthur leyó que las náuseas son por la alimentación, así que me preparó una dieta especial –le lanzó un beso a su pareja.

–Ya veo –le lanzó una mirada divertida al beta que se sonrojó.

–¿Y Adaya? –continuo el ojiverde.

–Tuvo que atender algunos asuntos personales, vendrá más tarde –miró a Arthur –pasen, aún es temprano, podemos pasar un rato los tres.

–¡Como en los viejos tiempos! –grito emocionado Damy.

–Yo encantado –le sonrió amablemente Arthur a la castaña.

–Como en los viejos tiempos –pensó Ceres.

...

–Hola –una hermosa mujer saludaba a una joven de ojos y cabello oscuro. Ambas se encontraban en la parte norte de la ciudad.

–Hola –saludo tranquila la morena.

–¿Así qué todavía te metes en problemas? –dijo en tono divertido observando el aun amoratado rostro frente a ella.

–Por favor no digas nada –pidió seria.

–Sigues siendo una niña –le sonrió y ambas ingresaron al lujoso hotel en donde fueron muy bien recibidas.