𝙿𝚊𝚜𝚎𝚘𝚜

692 67 2
                                    




Esa mañana todas andaban entusiasmadas porque se levaría a cabo la última visita al pueblo, que se realizaba una vez por mes y precisamente las clases terminaban este mes, escuché entre las charlas de los pasillos que la feria había llegado al pueblo y estaba de fiesta, entendía totalmente que todas estuvieran contentas por salir a distraerse un momento, antes yo también habría querido lo mismo, pero desde que me informaron al único de año que no podía salir, dado mi comportamiento por intentar fugarme, podía salir al pueblo amenos que me acompañara una monja o un profesor, así que había preferido quedarme, no me importó en lo absoluto que no tuviera permiso para ir, preferia quedarme porque ya que la mayoria se iba, el internado quedaba vacio y en silencio.

Estuve en los jardines por la tarde y cuando se hizo de noche me dirigí a la biblioteca para conseguir un buen libro que me hiciera compañía, cuando una silueta se interpuso en mi camino, los pasillos estaban vacíos y semi oscuros así que no esperaba encontrarme a nadie y había estado tan sumergida en mis pensamientos que ver de pronto a una persona frente a mi saliendo de la nada me sobresaltó.

—Lo siento, no quise asustarte. —dijo Víctor bastante divertido pero con una mirada de disculpas.

—¿Víctor? que haces...—mis palabras quedaron en el aire porque no sabía muy bien qué preguntar primero, no lo había conocido para nada, porque estaba usando ropa casual, llevaba puesta una camisa de botones azul oscuro y una chaqueta de cuero negra encima, ademas vestía jeans negros, que se ajustaban haciendo cosas muy buenas por sus piernas, vestía totalemnte diferente a su ropa formal con la que estaba acostumbradaa verlo, y tenia que decir que se miraba demasiado sexy y apuesto.

—Estaba buscandote. —me explicó, su buen humor haciendose notar en cada palabra, a veces Víctor parecía un niño muy hiperactivo y este día era uno de esos. —hablé con el director y tengo buenas noticias para ti.

Sacudí la cabeza tratando de procesar tanta informacion, porque aun no había salido de mi sorpresa de verlo asi de apuesto. comenzaba a sentir que mi mirada se habia vuelto indiscreta sobre el, pero no podia dejar de observarlo. Victor era un hombre muy apuesto.

—¿De acuerdo..? —dije dudando. Él tomó mi mano entre la suya y posó la otra sobre mi hombro antes de hablar.

—convencí al director de dejarte ir al pueblo. —me anuncio, su mirada brillaba, como si fuera la mejor noticia del mundo. abri sin poder articular nada en concreto, porque a) no estaba realmente interesada en ir a visitar el pueblo y b) el bus con los estudiantes ya habia partido.

—Víctor, enserio te lo agradezco pero...

Víctor alzó su mano para detenerme, negó con su cabeza y se apresuró a decir.

—antes que digas cuaquer cosa, no sé si lo sabes pero ahora comienzan las fiestas en el pueblo, la feria, los fuegos artificiales y el evento de los farolitos, no puedes perdertelo. —me señaló, con ese tono tierno de voz que era imposoble que pudiera negarme.

—Suena increíble...pero ya todos se fueron asi que no...

—Oh esa es la otra parte del trato. veras, el director te dió permiso unicamente si vas conmigo, para cuidarte en todo momento. —dijo, escondiendo una seesual sonrisa, cada vez se ponía mejor su propuesta. —asi que vendras conmigo en mi auto.

—¿enserio lo convenciste de eso? —Víctor asintió triunfante. —Eso es increíble, Víctor! ¡Podría besarte aquí mismo!

—¿Entonces es una cita?

—¡claro que si! —dije encantada, entendiendo hasta ahora de qué se había tratado esto todo ese misterio.

—Esta será nuestra primera cita donde tengas que usar algo más que tú pijama, por mucho que ame tu pijama. —Bromeó, dándome cuenta hasta entonces que seguía usando mi ropa de dormir.

Yo Confieso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora