¿QUE PODRÍA SALIR MAL? | TPN •NORRAY•

♠|CAPITULO 14 - ENCERRADO|♠

El día continuo de forma normal cuando ambos volvieron al salón de clases Don se seguro de que nadie molestera a Ray con respecto a lo que había pasado en la mañana.

—Esto es todo, pueden ir a su siguiente clase.

La penúltima clase del día había acabado, todos debían salir para educación física, todos a excepción de Ray, aún así empezó a guardar sus cosas con intensiones de salir.

—Iremos al patio, deberías quedarte a descansar— los ojos de Ray se veían cansados, no había dormido bien y por lo que había pasado no quería volverse a dormir —Todos saldrán así que podrás dormir en paz.

—Vendremos a verte en cuanto acabe la clase— Gilda alboroto el cabello de Ray sonriéndole.

—Estoy bien, puedo tomar la clase con normalidad— Ray era terco, algo que les molestaba mucho.

—¿Con normalidad?— Don tomo la mochila de Ray empezando a buscar algo, pero al parecer ese objeto no estaba en su mochila —¿Dónde están?

—¿De que hablas?— Ray tomo su mochila también empezando a buscar, sabía perfectamente que Don buscaba el frasco de su medicamento, pero este no estaba en donde siempre, en cambio había una nota que tenía algo escrito.

"—Revise tu mochila y pude notar que no has estado tomando tus pastillas, así que en cuanto regreses a casa hablaremos. Ten un lindo día, cariño.

~Isabella"

—Estoy muerto— susurro Ray tirándose en su lugar.

—No queremos que te pongas mal, has tenido más presion de la normal en estos días— Gilda tomo la mano de Ray apretándola un poco —Asi que quédate aquí para descansar, ¿Bien?

—Si, está bien— Ray podía sentir la presión del agarre de Gilda, no era tan fuerte, pero sabía que estaba molesta.

—Te vendremos a buscar en cuanto la clase acabe— Ambos chicos salieron dejando el salón completamente solo, solo Ray se encontraba ahí.

Siempre salía y se quedaba viendo a todos mientras tomaban la clase preguntándose cuando sería el día en qué el también pudiese tomarla, tal vez si no estuviera enfermo podría salir con los demás, pero por su condición era algo imposible, mismo por eso también odiaba esa clase.

—Que estupido, ya estoy mejor— Ray estaba molesto, todos lo trataban como un niño cuando hablaban de su enfermedad —Esta anemia no es nada.

Se asomo a la ventana, veía a todos como llegaban al patio para empezar la clase, eso lo desanimaba, había podido correr con normalidad hasta la escuela, ¿Por qué no podía tomar la clase?

El rato paso, y se comenzaba a aburrir de tan solo ver por la ventana, todavía faltaban treinta minutos para que las clases terminarán y después de eso debía de ir hacia el auditorio.

Se tiró en el escritorio recargando su cabeza en la mesa, sus ojos pesaban y sentia como su cabeza daba vueltas. Poco a poco sus ojos se fueron cerrando, estaba tan cansado que nisiquiera se dio cuenta cuando se quedó dormido.

~-💮-~

—Sigan así, chicos— la clase de Ray estaba corriendo por todo el patio siguiendo las instrucciones del profesor.

—¡Esto es horrible!— se quejo Don, estaba cansado y todo sudado por el ejercicio.

—Deja de quejarte y avanza— Gilda iba detrás de él dándole apoyo a su manera —Si vas a descansar ve a la banca.

Don hizo caso saliendo de la fila, no llego a la banca tirándose al suelo en un lugar donde hiciera sombra para poder descansar. Se escuchaba como Don jadeaba tratando de recuperar el aliento.

—¿Acaso vas a morir?— la voz que había escuchado era molesta, algo engreída y por supuesto sabía que pelearía con el.

—¿Acaso te importa?— Don se levantó viendo a Norman frente a el —¿Que es lo que haces aquí?

—Solo iba pasando, iba para el auditorio y pensé ver basura en el suelo— Norman miro hacia toda la clase, pero a quien buscaba no parecía estar ahí —¿En donde está Ray?

—El no toma está clase— Don se levantó limpiando su cara con su camisa.

—¿Que? ¿Por qué?— Norman volteo hacia donde estaba su salón, no alcazaba a ver nada.

—¿De verdad te importa mucho?— Don volteo a verlo —¿En verdad lo querés?

—¿A qué viene eso?— Norman lo veía bastante serio, no parecía que quería pelear —Por supuesto que lo quiero, el es alguien... Especial.

Norman aparto la mirada, se había sonrojado al decir eso, algo que no ocurría mucho.

—Entonces más te vale que lo cuides bien o te las veras conmigo— Fue lo último que dijo Don para después volver a la fila con su clase.

Norman suspiro al escucharlo, al parecer era correspondido, no había duda, pero aún esperaría a qué Ray se lo dijera por si mismo.

El timbre de salida sonó, todos tomaron sus cosas, los de último año debían ir hacia el auditorio y todos los demás debían ir a casa.

Don y Gilda se dirigían hacia el salón, irían con Ray y de ahí todos juntos irían al auditorio.

—¿A dónde se dirigen?— pero la directora se había cruzado con ellos inpidiendoles el paso —El auditorio queda para el otro lado.

—Solo iremos a encontrarnos con un compañero, no tardamos— Don trato de evadirla, pero ella les volvio a bloquear el paso.

—Lo verán allá— parecía que hablaba enserio, no los dejaría pasar para nada.

No tuvieron de otra más que resignarse y esperarlo del otro lado del auditorio.

—¿Que le pasa? Nunca se había comportado así— Don estaba confundido, saco su celular para llamarlo, pero este lo mandaba a buzón —¿Se apagó?

—¿Y Ray?— Oliver había llegado hasta donde estaban Gilda y Don —¿No iban a ir con el?

—Nos bloquearon el paso— menciono Gilda viendo hacia la directora que parecía no despegar les la mirada.

—Tranquilos, si quieren yo voy a verlo, será fácil.

Oliver estaba dispuesto a ir, no era tan importante, pero Ray ya había tardado y que su celular estuviera apagado les preocupaba.

—¿Que estará haciendo?

~-💮-~

—¡Don!— desde la ventana de su salón, Ray estaba tratando de hacer que alguien lo ayudará —¡Gilda!

El estaba descansando, pero un ruido extraño lo había despertado, se levantó para ver de qué se trataba, pero no había nadie, así que tomó sus cosas pero al tratar de salir vio que la puerta estaba atascada, no tenía forma de salir.

—¡Maldita sea!— ya había tratado con todo, se empezaba a impacientar, no funcionaba nada de lo que hacía.

Siguio golpeando la puerta pero está no se abría.

—¡Ayuda!