¿QUE PODRÍA SALIR MAL? | TPN •NORRAY•

♠|CAPITULO 15 - UNA PEQUEÑA VENGANZA|♠

Sus gritos no eran escuchados por nadie, ese piso ya había sido despejado por todos los alumnos y no había nadie que lo ayudará.

—¡Alguien me escucha!— no podía salir por las ventanas ya que era en el tercer piso —¡Ayuda!

Ya había golpeado la puerta con todo, pero nada funcionaba, empezaba a cansarse, ¿Por qué se había quedado encerrado? Antes de dormir la puerta estaba abierta, tal vez alguien le quería hacer una broma de mal gusto.

—¡Maldita sea, debo salir!— Ray tomo la manija de la puerta comenzando a moverla de una forma brusca.

Se escuchaba como forcejeaba para salir, pero solo logro safarla un poco haciendo que un metal cortará su mano. Retrocedió viendo como la sangre salía rápidamente de el, era una cortada profunda.

—Genial, ahora esto— se quito el suéter que traía cubriéndola con una manga pero la sangre no paraba de brotar —¡Mierda!

Su respiración comenzó a aumentar, empezaba a sentir más presion y a sentirse más nervioso, todo daba vueltas, solo quería salir de ahí.

—Ayuda— el dolor de su mano incrementaba, podía sentir como la tela se empezaba a pegar a su piel por la sangre que salía —Norman...

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—¿De verdad quieres ir?— Don no quería que Oliver se metiera en problemas, pero ya se empezaba a preocupar —Sera mejor que solo vaya yo.

—Tranquilo, iré rápido por la parte de atrás y volveré con el— Oliver tomo el hombro de Don para darle más confianza —Voy vengo.

Oliver dio la vuelta a todo el auditorio, la directora estaba muy al pendiente de todos, por alguna razón no quería que nadie pasará hacia los edificios de tercer año.

Oliver logro burlar aquella seguridad sin ningún problema, ahora se dirigía a dónde era su salón.

—Lo seguiré— hablo Gilda dandole su mochila a Don —Tu quédate aquí, no tardó.

Gilda paso por el mismo lugar donde Oliver se había escabullido, Don pensaba seguirlos pero ya no había tanta gente, ya no sería tan fácil burlar a la directora.

—¡Ray!— Oliver había llegado hasta el edificio de terceros, iba subiendo viendo los alrededores para ver si logra encontrarlo.

Llegó hasta el tercer piso en dónde era su salón, tomo la manija de la puerta pero está no abría.

—¿Ray estás ahí?— Oliver empezó a mover bruscamente la manija, por alguna razón no abría.

Se asomo por una de las ventanas que estaban arriba de la pared viendo como Ray estaba en el suelo, no se movía y parecía no escucharlo.

—¡Ray!— Oliver empezó a golpear la puerta tratando de romperla pero su fuerza no era suficiente.

Algo había pasado para que Ray quedará en el suelo, debía sacarlo de ahí y averiguar su estaba bien.

—¿Que pasa?— Gilda llegó hasta el salón viendo a Oliver golpear la puerta del salón —¿Ray está ahí dentro?

—Gilda, ve por Don rápido— Oliver seguía tratando de abrir la puerta mientras Gilda empezó a correr llendo hasta el auditorio para avisarle a Don.

Gilda corrio lo más rápido que pudo llegando al auditorio, todos ya estaba sentados en su lugar prestando atención a la plática.

—Gilda— susurro Don al ver que entraba, parecía alterada —¿Que ocurrió? ¿Dónde están Ray y Oliver?

Gilda tomo la mano de Don empezando a jalarlo para que saliera.

—Debes de ir rápido al salón a ayudar a Oliver, Ray está encerrado.

Don se sorprendió al escucharla, todos veían como ambos susurraban y Norman no era la excepción, también los veía y pudo notar la expresión se preocupación en la cara de Don, algo habia pasado y era relacionado con Ray.

Don camino rápido entre toda la multitud para salir, por un segundo su mirada se cruzó con la Norman, fue lo único que necesito para entender que sus sospechas era ciertas, Ray estaba en problemas.

—Debo salir un momento— Norman dejo todo a un lado para salir hacia donde Don y Gilda irían.

Ambos ya habían salido, habían corrido pero la directora los había interceptado en la salida.

—¿Hacia donde van?— trato de detenerlos pero ambos no le dieron importancia y siguieron corriendo hacia el salón.

—¡Debemos ayudar a un amigo!— grito Don siguiendo a Gilda hasta el salón.

—¿Que es lo que hizo?— Norman había salido del auditorio, estaba detrás de la directora —¿Que fue lo que le hizo?

—No se de que habla— Norman estaba furioso, aún no sabía que, pero Ray había salido herido, algo que no perdonaría.

—Tenga por seguro, que esto no se quedará asi— Norman empezó a correr hacia donde Gilda y Don se había ido, tenía que asegurarse de que Ray estuviera bien.

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«Todo da vueltas, mi cabeza está por explotar, mi mano duele mucho»

Ray seguía en el suelo tratando de mantener la calma, su respiración incrementaba y sentia como su corazón latia cada vez más rápido.

«Debo de calmarme, no quiero decaer aquí, no aquí»

Su sentido del oído empezó a incementar escuchando el ruido que venía de la puerta, alguien la golpeaba.

—¡Ray! ¿¡Me escuchas!?

—¿Oliver?— Ray había distingudo la voz, pero no podía hablar fuerte.

«Tengo que calmarme, ¡Mi medicina!» Ray se levantó lentamente viendo hacia su mochila, empezó a buscar pero solo encontro la nota que su madre había dejado «¡Mierda Isabella!»

No podía hacer nada, empezaba a sentirse peor, su cuerpo era débil y empezaba a ponerse pálido. Mientras Oliver seguía tratando de abrir la puerta.

—¿Dónde está?— Don había llegado hasta el salón viendo a Oliver golpear la puerta.

—¡Ayudame!— ambos empezaron a golpear la puerta pero no podían romper la cerradura.

—¡Háganse a un lado!— Gilda llegó con un extintor que había tomado de la escuela apuntando a la cerradura.

La cerradura había quedado congelada, Gilda dio un golpe rompiéndola por completo, la puerta ya estaba abierta.

—¡Ray!— los tres entraron rápido viéndolo en el suelo, había mucha sangre por todo el lugar —Vas a estar bien, tranquilo.

—¿Dónde está?— Norman había llegado viendo a Oliver quien tenía en brazos a Ray mientras Don y Gilda trataban de controlar el sangrado.

—Llama a una ambulancia, ¡Rápido!