Capítulo 19

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-BUENOS RATOS-
Accidentally in love- Counting Crows

Sus palabras hacen que mi cuerpo salga de mí un milisegundo que se siente infinito, miro sus ojos los cuales brillan y los nervios se alojan enviando cargas de espasmos por todo mi cuerpo dejándome aturdida.

—¿Si me gustas Adeline?, ¿si cuando te veo mi pulso cardíaco aumenta un poco?, ¿o tal vez si mis pupilas se dilatan demasiado al verte usar mi chaqueta?, porque si te refieres a eso creo que estoy un poco jodido porque la respuesta es sí.

—Pero aquí la verdadera pregunta es ¿qué es esto para ti?- sigue diciendo.

La realidad me golpea de pronto, no sé cómo reaccionar, ¿esto era lo que quería?, ¿esto era lo que esperaba?, la verdad es que no, esperaba que dijera que las estúpidas ideas de que yo le llamaba la atención estaban solo en mi cabeza, que todo el mundo mágico que había creado era algo que solo yo podía ver.

Esperaba que él hiciera que me alejara, y que no tuviera que ser yo la que no sabía cómo se sentía, buscaba una razón para no volver a cruzar palabras, porque no estaba acostumbrada a recibir cariño de vuelta.

Solía ser la única en una relación.

¿Pero qué es lo que yo siento?, ¿Qué es lo que quiero?.

La verdad no sé, y tal vez tendría que haber estado segura para preguntarle a él tan directamente.

¿Pero qué puedo decir?, los malditos impulsos son mi mayor error a veces.

No sabía lo mucho que me asustaba tener que escuchar que en realidad si le gustaba hasta que lo oí.

—Adeline... dime algo—murmura él sacándome de mis pensamientos.

—No puedes—es lo único que sale de mis labios.

¿Por qué me niego?, la respuesta es tan simple y tan dura, cuando te rompen tantas veces solo quieres dejar de ser querida.

—Eso no puedes decidirlo tú—me dice y yo lo volteo a verlo de nuevo.

—Zed, en serio que no quieres quererme—le digo sinceramente, y es que sé que no querrá lidiar conmigo y mis traumas, nadie me quiere completa jamás.

—Eso no lo decides tú—responde y cierro los ojos.

—No me conoces, no sabes casi nada de mí.

—Se lo necesario, y con eso poco me conformo.

—No sabes....—empiezo a decir pero él me interrumpe.

—Todos estamos rotos Adeline, pero carajo, la vida es tan corta que no te puedes restringir querer solo porque personas estúpidas no te cuidaron como merecías—me dice él mientras toma mis brazos suavemente, yo no digo nada cuando se inclina y cierra los ojos mientras pega su frente a la mía.

Cierro los ojos también y suspiro.

¿Pero a quién engaño?, Zed es tan hermoso, tan hermoso en todos los sentidos, su corazón y sus modales hacen que quiera olvidar todo lo que alguna vez me lastimó.

Se metió tan lentamente por las grietas de mi corazón y empezó a curar todo de dentro tan suavemente que no me di cuenta en qué momento comencé a quererlo.

No estoy bien del todo, pero poco a poco me siento mejor.

Y no solo por él, si no porque yo decidí que no quería estar rota más tiempo; aún así siempre estará eso que odio tanto.

Miedo.

—Solo... solo vivamos, ¿quieres?, solo disfrutemos el momento—dice él aún pegado a mi frente.

OUTDATEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora